Como cada lunes, Larry Macon se reunía con sus compañeros en una cafetería en San Antonio, Texas. Allí cada uno explicaba lo que hacía los fines de semana: los largos partidos de golf de uno, los kilómetros que otro hacía nadando o los que un tercero hacía en bicicleta. Pero Larry no tenía nada que explicar. Abogado de profesión, se pasaba los sábados y los domingos trabajando. Como si de un día cualquiera se tratara.
Una tarde de 1996, cuando le tocó el turno de explicar lo que había hecho aquel fin de semana, decidió mentir. «Me estoy entrenando para un maratón». Sus compañeros le felicitaron por su nuevo reto y le animaron a contar con detalle su experiencia. «¡Maldita sea! Me han atrapado».
A punto de cumplir los 52 años no le quedó más remedio que preparar su primer maratón en menos de tres semanas. Lo corrió y lo terminó en «5 horas y 20 minutos, o algo así». Lo que no se esperaba fue que quien realmente le atrapó fue el maratón.
Al año siguiente corrió dos más, y poco después ya estaba disputando dos maratones en un mismo mes. «De repente me encontré corriendo dos en fines de semana consecutivos. La gente me decía que iba a morir. Que mis huesos se iban a romper. Que estaba loco».
Loco o no, durante el año 2008 corrió 105 maratones. Fue reconocido por el Guinness World Records como la persona que más maratones había corrido durante un año. Su locura no había hecho más que empezar. En 2010, se batió a si mismo corriendo 106 maratones. En 2011, corrió 5 más para fijar el récord en 113. En 2012 participó en 157. El año pasado superó cualquier expectativa tras correr el 30 de noviembre el Dozen Sweet Potatoes PM Marathon, en su San Antonio natal, su maratón 255, –según él, aunque le han validado 239– que le valió su cuarto récord Guinness consecutivo.
«Durante un momento corrí un maratón cada día durante 64 días consecutivos». Su mejor tiempo fue de 4 horas y 29 minutos. Su peor, de más de siete horas.
Para este récord tuvo que viajar por todo el país. Correr tres maratones en tres estados diferentes un mismo fin de semana. Volar más de 350.000 millas. Una parte las realizaba por trabajo pero aun así, cuando viajaba a una ciudad en la que se disputaba una carrera, la corría. «Gasté 24 pares de zapatillas».
Ha disputado el Maratón de Boston en 10 ediciones al igual que el Frank Maier en Juneau, Alaska. Un total de 1.240. 32.488 millas.
«Mi mujer es feliz a la fuerza. Me dice que soy la persona más compulsiva del mundo. Pero antes de empezar a correr ya me pasaba 20 horas cada fin de semana trabajando. Así que ella se resigna porque esto al menos es un beneficio para mi salud.»
Por supuesto, Larry Macon tiene anécdotas para cada maratón, la mayoría relacionadas a llegar tarde con el vuelo y empezar a correr una vez empezado. O hacer el siguiente vuelo vestido todavía con la ropa de la carrera.
No sabe cual será su techo, ni siquiera si podrá mantener el récord puesto que cada día hay más gente que comparte su misma locura. Logísticamente es imposible correr 365 maratones oficiales en un mismo año, «simplemente porque no hay maratones todos los días del año». A sus 69 años, Larry quiere seguir corriendo. De aquella mentira dicha a sus amigos nació un verdadero loco del maratón.