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Hola, amigos, aquí Andrea Orlandi desde Blackpool. Hemos empezado la temporada perdiendo, pero no estamos derrotados. Y eso que podría escribir un libro de este primer viaje a Nottingham…
Vamos por partes. En los últimos diez días nos hemos incorporado muchos jugadores nuevos al Blackpool y ha sido un periodo de acoplamiento y adaptación para todos. Saber de qué juega este, si es rápido o lento, en qué idioma tengo que hablarle, saber como se llama el otro… Vaya, un aprendizaje frenético para poder afrontar en condiciones un partido tan difícil como era jugar en el City Ground de Nottingham.
Los entrenos son divertidos, el balón siempre es protagonista y eso, por mi procedencia, es una bendición para mi. Además me he dado cuenta de que en el equipo hay mucho talento y un gran ambiente. La gente es humilde y todos hemos llegado con muchas ganas y muy predispuestos. Si piensas que nos han cambiado de hotel 6 veces en los últimos 10 días… ¡Y nadie se ha ahorcado todavía! Sabemos que estamos en un club en reconstrucción y lo tenemos asumido. A mi eso, de hecho, aún me motiva más. ¿Partimos en desventaja? Bien, puede ser, pero al final somos 11 contra 11 en el campo.
La mañana del partido, esperando el autobús, nos enteramos de que siete jugadores no habían sido registrados a tiempo y no podrían entrar en la convocatoria contra el Forest, así que íbamos a jugar con tres chicos jóvenes en el banquillo… ¡¡¡y sin portero suplente!!! Pero en el campo, con todos esos condicionantes, entendí que no existe la palabra rendición en este Blackpool. Como en cualquier equipo inglés, la entrega y las ganas empiezan en el autobús y no acaban hasta que vuelves a la ducha.
Peleamos y dimos la cara contra un candidato al ascenso. Perdimos 2-0, con dos goles encajados en solo cinco minutos de la primera parte que nos rompieron los esquemas, pero no agachamos la cabeza NUNCA. Eso y las sensaciones de lo que pudimos hacer en la segunda parte me dieron esperanzas para los próximos partidos.
A nivel personal confieso que físicamente aún no estoy en la perfección. Llevo una semana entrenando aquí y podría decir que estoy en plena pretemporada, pero estoy contento. No hay sensación mejor para un futbolista que acabar un partido muerto, eso te demuestra que has dado todo lo que tenías… y sí, acabé el partido muerto. Y también cabreado. Si hubiera tenido un poco más de suerte en aquella jugada que pude marcar…
Ahora nos vienen dos partidos difíciles. Mañana jugamos con el Shrewsbury en la Cup y el sábado visitamos al Blackburn en la League. La buena noticia es que los compañeros que no pudieron jugar el sábado ya estarán disponibles y vamos a dar mucha guerra. Estará otro ‘spanish member’, Joan Oriol, y si todo se soluciona como esperamos también vendrá su hermano gemelo Edu, otro jugador de la escuela del Barça que gustará mucho a nuestros fans. Después del partido en Nottingham supimos que había fallecido su abuela y ambos tuvieron que viajar de urgencia a casa. Desde aquí les quiero mandar un abrazo a su familia y mi más sentido pésame. ¡Aquí os esperamos para daros un abrazo, cracks!
Volvemos al viaje, que me voy por las ramas y me olvidaba de explicar como acabó. Resulta que nos cambiaron de hotel a las diez de la noche, nada más volver. En mi habitación un enanito claustrofóbico lo hubiese pasado mal… ¡pero en la de mi amigo Cubero el enanito ni se habría quedado! El pobre casi tuvo que dormir con las maletas encima. Así es el fútbol alejado del glamour, amigos. Lo sabemos, lo aceptamos y hasta nos supone un empuje en nuestras ganas. Aunque espero mudarme a mi nueva casa en pocos días, jejeje…
El lunes que viene espero poder explicaros nuestras primeras victorias, pero, aunque esto va dirigido a todos los que me leéis en cualquier parte, no quiero acabar sin un recuerdo y un agradecimiento especial para los hinchas que vinieron con nosotros a Nottingham. Muchas gracias, amigos. Por vosotros ya me he dado cuenta que ha valido la pena esta aventura. Hasta el próximo lunes. ¡¡¡Vamoooooos!!!
Fotos: BBC y Daily Mail.
