A lo largo de la historia son incontables los nombres de futbolistas cuyo destino ha sido ligado al Barça, algunos producto de las fantasías húmedas del entorno y otros de unas negociaciones que, por h o por b, no llegaron a cuajar. Ordenados por edad, este es nuestro particular Top 10 de jugadores que estaban llamados a vestir la camiseta azulgrana… o no.
Fernando Torres (20-3-1984): El más joven de nuestra lista tiene un largo historial de amor y desamor con la culerada. Relacionado con el Barça casi todos los veranos desde que debutara en Primera División con el Atlético, siempre jugó muy motivado en el Camp Nou. Una derrota en el Calderón por 0-6 ante los catalanes fue el detonante para marcharse a Liverpool. Traspasado años después al Chelsea (el más caro de la historia de la Premier), su sequía goleadora lo devolvió a la órbita azulgrana. Sin embargo, una Champions, una Europa League y la llegada y confianza de José Mourinho al banco blue fueron suficientes para quedarse y mejorar su rendimiento.
Rodrigo Palacio (5-2-1982): Seguido por el Barça desde que fichara por Boca, el argentino siempre pareció que sí, aunque no. Los movimientos empezaron en verano de 2006, tras ganar el Torneo Clausura y ser incluido por segundo año en el equipo ideal de América. Desde entonces, todos los veranos aparecía un medio de comunicación sudamericano o catalán que anunciaba la inminente firma de Palacio por el FC Barcelona. Lo cierto es que Johan Cruyff (se dice que a instancias de un Joan Patsy que haría de intermediario) le insistió bastante a Joan Laporta para que se hiciera con los servicios del delantero, pero este finalmente decidió probar la aventura italiana. Tras tres temporadas en el Genoa, el año pasado fue traspasado al Inter de Milan.
Frank Lampard (20-6-1978): Tras ganar la Champìons de 2006, el Barça de Rijkaard comenzó una cuesta abajo de juego y resultados que solían obtener su máxima expresión en las batallas europeas ante el Chelsea, un duelo que se convirtió en habitual casi todos los años. Y casi todos los años el Barça pensó en reforzar su centro del campo con un jugador de la categoría y la experiencia de Lampard, quien a su vez hacía guiños a una Cataluña lugar de origen de la que fuera su esposa. El deteriorado ambiente que se vivía en el vestuario londinense, harto ya de la primera etapa de Mourinho como entrenador, parecían acercar cada vez más al jugador al Camp Nou. Finalmente, el precio, su edad y el rendimiento inesperado de centrocampistas como Yayá Touré, Sergio Busquets o Keita borraron la posibilidad.
David Trezeguet (15-10-1977): Los mentideros italianos comenzaron hace más de un lustro el rumor, cuando la Juventus descendió a segunda división por manipulación de partidos y muchos jugadores de la Vecchia Signora saltaron al mercado. Lo cierto es que en el entorno del Barcelona no desagradó la posibilidad, hasta que empezó a hablarse de incluir en la operación a jugadores como Eto’o, Iniesta o Touré. Así y todo, se siguió durante meses a la carga, ora por 35 millones, ora por 50 incluyendo a Buffon. Finalmente, tres buques insignia del club turinés como Buffón, Del Piero y el propio Trezeguet decidieron quedarse a lograr el ascenso en el club de toda su vida. Cuando en 2010 quedó libre, las puertas del Barça estaban cerradas para él debido a la explosión de delanteros como Leo Messi, el campeón del Mundo Pedro Rodríguez o el fichaje multimillonario de Zlatan Ibrahimovic. Pasó un año por el Hércules y acabó fichando por River Plate. Su nombre salta ahora a la palestra otra vez, relacionado con el supuesto interés del Tata Martino en fichar un “9” veterano que pudiera aceptar la suplencia.
Mário Jardel (18-9-1973): La posibilidad de ver a Jardel vestido de azulgrana comenzó en la época de Van Gaal, encabezando el brasileño la lista de posibles acompañantes para Kluivert en la delantera. Especialista en hacérselas pasar canutas al Real Madrid a finales de los 90, Jardel y el Barça se miraban a los ojos, se buscaban, pero ninguno llegó a dar un paso firme. En 2002 el Barça intentó su cesión por una temporada, cuando el jugador acababa de conseguir su segunda Bota de Oro. Sin embargo, le había dado al Sporting de Portugal su primera Liga en 18 años (él ya tenía otras 3 con el Oporto), la directiva lusa se negó a desprenderse de él y allí murió el romance. Como curiosidad, en el baile de clubes y paises en el que se convirtió su carrera desde entonces acabó pasando por el Alavés, aunque solo disputó un partido.
Rui Costa (29-3-1972): El genial centrocampista luso fue una de las dos grandes frustraciones de Johan Cruyff como entrenador del Barça y motivo del enrarecimiento de la relación del holandés con el presidente Josep Lluís Núñez. Johan siempre quiso traerse a Rui Costa al Barça, primero desde el Benfica y luego de la Fiorentina. En muchos momentos el acuerdo pareció sellado, pero el vendedor siempre quería más y al presidente no le gustaba jugar con el dinero de su portera. Como atestigua la imagen, el jugador hizo todo lo posible por venir a Barcelona.
Fran González «Fran» (14-07-1969): El centrocampista gallego, cuyo hijo despunta ahora en las categorías inferiores del Barça, será por siempre asociado al club de toda su vida, el Deportivo de La Coruña, por ser uno de los capitanes y mejores jugadores del llamado «Superdepor». Sin embargo, ocasiones no le faltaron para dar el salto a grandes equipos como el Real Madrid o el FC Barcelona. En el caso de los azulgrana, Johan Cruyff hizo todo lo posible por convencer a su presidente de fichar a un Fran que acababa de ganar la Copa del Rey en 1995, pero la negativa de Lendoiro a traspasarlo por menos de su cláusula de rescisión (2.000 millones de pesetas) disuadió al Barça de insistir (a pesar de que dos años después, ya sin «El Flaco» en el banquillo, a Núñez no le importara pagarle al Depor más del doble por un semi-desconocido Rivaldo). Tras una lesión y unos años dorados más que culminaron con la conquista de la Liga en 2000, su nombre volvió a aparecer asociado al Barça en algunos medios, pero Gaspart decidió gastarse los 10.000 millones de pesetas del traspaso de Figo en otros cromos.
Dennis Bergkamp (10-5-1969): El holandés, uno de los mejores delanteros de la historia, fue otro de los grandes fichajes frustrados del Barça de Johan Cruyff. El entrenador lo conocía muy bien desde que lo hiciera debutar profesionalmente en 1986 con el Ajax. A principios de los 90 estaba ya claro que la Eredivisie se le quedaba pequeña a Bergkamp y a punto estuvo de escuchar los cantos de sirena del Real Madrid. Johan le aconsejó que no firmara de blanco, que en breve estaría jugando para él en Barcelona. Sin embargo, Núñez no estaba dispuesto a gastarse el dinero de un club que tanto le había costado sacar de la penuria económica de finales de los 70. El Barça solo podía ofrecerle ser parte de uno de los mejores vestuarios de todos los tiempos. Al final, el Inter desembolsó unos prohibitivos 2.000 millones de pesetas de la época y se lo llevó, mientras que el Barça gastaba 400 millones en la opción «barata» de la liga neerlandesa: un delantero bajito y perezoso llamado Romario da Souza. Su nombre volvió a salir a la palestra dos años después, pero para entonces ya estaba claro que Núñez no accedería a ningún capricho de Cruyff ni aunque fuese regalado. El delantero fichó por el Arsenal, donde pasó más de una década marcando goles y se convirtió en uno de los históricos de la Premier League.
Gabriel Batistuta (1-2-1969): Los primeros coqueteos de Batistuta con el Barça se produjeron en verano de 1997, cuando ya llevaba seis años en la Fiorentina y había llevado a los violetas desde la Serie B hasta la Copa y la Supercopa italianas. El acuerdo parecía hecho, pero había que contar con el nuevo y flamante entrenador del Barça: Louis van Gaal. El holandés prefirió fichar a Sonny Anderson y Batistuta se quedó 3 años más en la Fiore. Casi ocho años más tarde, en el Barça ya no estaban ni Núñez, ni van Gaal, ni Anderson, sino Laporta, Rijkaard y un Henrik Larsson que acababa de caer lesionado para seis meses. Batistuta, que jugaba en la Liga de Qatar al tiempo que Guardiola, Hierro o Caniggia, cumplía los requisitos que Frank pedía para sustituir al sueco, es decir, calidad, experiencia y saberse suplente en una plantilla donde despuntaban Ronaldinho y Eto’o. ¿El motivo del no fichaje? Según explicó Batistuta en una rueda de prensa, su pasaporte extracomunitario dio al traste con la operación.
Kevin Keegan (14-2-1951): Al inglés siempre le tiró España (no en vano la eligió como destino sabático entre sus carreras de jugador y entrenador). En 1979, cuando jugaba en las filas del Hamburgo, el ex del Liverpool firmó un precontrato con el Barça por dos temporadas, que habría supuesto para el club alemán setenta millones de pesetas y otro tanto para el jugador. De haberse confirmado la noticia, el rumor señalaba a Krankl como el primero para salir del club. Otros clubes como la Juventus también marcaban de cerca a la estrella inglesa. Finalmente, para sorpresa de todos, Keegan acabó fichando por el modesto Southampton. El entonces manager del club inglés, Lawrie McMenemy, dijo haber convencido al jugador «porque todos le hablaban de dinero y yo le hablé al corazón», retándole a hacer grande a un equipo menor. Lo cierto es que hubo otras cosas que pesaron más en la decisión del delantero: la proximidad del Mundial de 1982 (que nunca había jugado porque Inglaterra no se había clasificado ni en 1974 ni en 1978), el dinero que la petrolera BP puso para su fichaje, la casa de campo que le regalaron a él y a su familia en la campiña del sur de Inglaterra y los comentarios de McMenemy sobre la inseguridad en las calles italianas o lo mal que las estrellas acababan en el Barça…