Es un matiz. No es lo mismo poner tu cargo a disposición del que manda, que presentar la dimisión. La forma es diferente, pero el fondo es el mismo.
Justo cuando el debate sobre la consulta del Camp Nou se apaga tras los resultados y cuando la demanda de la FIFA que puede dejar al club sin fichajes hasta el verano de 2015 está en todo su esplendor, un nuevo incendio azota el enredo que se ha convertido Arístides Maillol s/n –un nombre que podría dar mucho de sí como ‘sitcom‘–.
Todo nace tras una reunión de urgencia celebrada el pasado miércoles en las oficinas del club tras conocerse la sanción de la FIFA. El periodista de Catalunya Ràdio Jordi Borda, en un excelente trabajo, da a conocer todos los detalles sobre la misma: desde el contenido hasta los componentes de la reunión, habla de las entradas y salidas de diferentes personajes de la escena en una escena propia de cualquier vodevil.
En un momento de la discusión, que se prolongó durante cuatro horas, Andoni Zubizarreta le dijo al presidente: «Si con mi dimisión se soluciona algo, me voy«.
Catalunya Radio informó de que Zubi había presentado la dimisión e inmediatamente el club puso en marcha sus mecanismos comunicativos. En un primer momento hasta llegó a explicar que la declaración de Zubizarreta tenía un punto de broma, otra ironía del destino.
Llamó Zubizarreta a diferentes medios para desmentir el asunto y también el club trabajó sobre la misma base. El sábado, tras el partido ante el Betis, Zubizarreta dijo en Canal+ que no había dimitido ni iba a hacerlo, en Barça TV insistió en que ni dimitía ni nada que se le parezca.
Hasta este punto y pese a los visos de veracidad que tiene la información de Catalunya Radio –Jordi Borda dio aún más detalles de la reunión–, el asunto había quedado en el socorrido empate técnico: tu palabra contra la mía.
Sorprendentemente este hilo argumental se rompió anoche. El presidente, Josep Maria Bartomeu, desmontó parte del argumentario:
«Zubizarreta es un hombre de club. Un director deportivo que está haciendo una labor muy buena, que nos ayuda a tomar decisiones. El miércoles, cuando llegó la sanción de la FIFA, nos reunimos por la tarde un grupo de personas y es cierto que durante el encuentro Zubizarreta nos dijo que si era una solución, él se iba. Pero su salida no solucionaba nada. Le agradezco su responsabilidad como hombre de club pero quedó en esa conversación«.
Hay dos maneras de presentar la dimisión de un cargo. Enviando una carta a la máxima instancia con el membrete «dimisión irrevocable» o hacerlo durante una reunión y más informalmente de la manera que lo hizo Zubizarreta.
Pueden pasar todos los dircoms que se quiera por can Barça, pero la cuestión persiste. Hay un problema a la hora de explicar las cosas, no se cuentan bien, no se comunica adecuadamente y el bucle va más allá de la socorrida mano negra.
Aprobada la consulta, hay dos nuevos frentes abiertos: la sanción de la FIFA y esa segunda pseudodimisión de Zubizarreta. Dos frentes a la espera de que pueda abrirse un tercero si la pelota no entra el miércoles.