Jordi Cases tiene 42 años, es culé, cruyffista y guardiolista. Cuando el Barça de Sandro Rosell decidió sustituir la inscripción Unicef por la de Qatar en su camiseta, Cases se puso en marcha junto con un grupo de amigos y pretendió recoger firmas para que la misma fuera votada por los socios. De ahí surgió un activo grupo en las redes sociales. De Consulta Qatar se pasó a Consulta Barça, ahora convertida en Go Barça.
El gran público conoció a Cases en octubre pasado cuando intentó recoger firmas para presentar una ‘Moción de censura‘ contra “las mentiras y la falta de transparencia” de Sandro Rosell y de su junta directiva, pero la misma no pudo ni gestionarse. En unos pocos días, la directiva, amparándose en una normativa de la Generalitat, cambió rápidamente las reglas del juego y ya no eran precisas recoger 6.000 firmas de socios para plantearla, sino el triple.
Desde GoBarça se han ido denunciando sistemáticamente las actuaciones que consideraban irregulares de Rosell. Sus conexiones con la empresa Viagogo, que revende entradas de los partidos del Barça, los negocios de Bonus Sports Marketing (BSM) o ISL, contrarios al código ético creado por la directiva, y también se ha interesado por ese halo de sospecha que desde que llegó a la presidencia ha supuesto para Rosell su conexión con Teixeira y la CBF por medio de la empresa Ailanto. También Cases y GoBarça estaban detrás de las pancartas de ResPEPct y de la de Pinotxell Rosell.
En agosto pasado, Cases -junto con Joan Arnés– enviaron un burofax a la directiva pidiendo explicaciones sobre esas informaciones publicadas en la prensa internacional en las que se acusaba a Sandro Rosell de estar cobrando comisiones ilegales en paraísos fiscales, “unas informaciones que no solo afectan a la honorabilidad de nuestro presidente sino que, de rebote, ensucian la imagen del Barça”, según recoge el documento.
Rosell respondió remitiendo a ambos socios a unas declaraciones realizadas a un programa radiofónico. En ese punto, es cuando empezó a complicarse la situación. Harto del desprecio y de la prepotencia de la directiva, hastiado por lo ocurrido con el cambio de normativa sobre el voto de censura, Cases siguió adelante hasta que en noviembre del año pasado, volvió a enviar un nuevo burofax a Arístides Maillol.
En este caso se solicitaba información sobre la operación Neymar, una explicación sobre los 40 millones pagados a N&N y la duda existente sobre dos conceptos: el derecho preferencial sobre dos jugadores juveniles del Santos (7,9 millones) y el pago de 9 millones por la disputa de dos partidos contra el Santos.
Ya no hubo más respuestas. Casas le daba 15 días a Rosell para responder a aquel burofax y en el caso contrario se reservaba a emprender “las acciones que considere oportunas”. Desde entonces, se han acelerado todos los acontecimientos y el Barça tiene un nuevo presidente.
Según publica @lumartinbcn, GoBarça es un reducido grupo de culés (nunca más de diez) cuyas acciones se financian por medio de aportaciones individuales de 500 euros mensuales, es decir el grupo dispone de unos 5.000 euros mensuales. En una entrevista publicada en ‘Cinco Días‘, Cases se define como “culé, independentista e independiente” en el apartado económico.
Después de que la aceptación de la querella por parte del juez Ruz haya supuesto un tsunami en can Barça y la dimisión de Rosell, Cases se siente sorprendido. No era ese su objetivo, simplemente quería conocer qué había ocurrido en la operación Neymar y obtener explicaciones, como socio, sobre la misma.
Ahora le toca tomar una complicada decisión. Su abogado, Felipe Izquierdo, ha informado de que Cases había decidido hace unos días ampliar la querella a Josep Maria Bartomeu y a Javier Faus, como vicepresidentes deportivo y económico, respectivamente, del club y también responsables de la operación. Ahora Bartomeu es el presidente del Barça y el bucle puede volver a empezar.
Uno de los personajes de la trama definió lo que estaba pasando como una aventura propia de ‘Pepe Gotera y Otilio‘, una chapuza en grado máximo, pero nada puede extrañarnos, porque ‘más que un club’, el Barça es un vodevil en sesión continúa. Cases solo quería saber por qué le habían pagado 40 millones de euros a la empresa del padre de Neymar y se ha encontrado con la punta del iceberg, seguramente lo mismo que se encontraría cualquier socio del Real Madrid que se interesara por la ‘operación Bale’.
“Con que me hubieran dicho -que los 40 millones a N&N- no son en concepto de nada, pero que en el caso contrario Neymar no habría venido al Barça, con eso me hubiera bastado. Pensaría que siguen mintiendo, pero solo quería una respuesta”, dice Cases. Tan fácil como responder un burofax, tan sencillo como realizar una llamada de teléfono.