La Liga de las oportunidades

¿Cuántas veces ha perdido la Liga el Barça? ¿Desde cuándo no es competitivo su juego? ¿Cuántas veces sus jugadores han bajado los brazos y han verbalizado que todo se había acabado?

El fútbol le ha dado una nueva oportunidad y después de una tormentosa temporada ahí está el Barça, a sólo dos partidos de una gloria que ni se la había imaginado. Una Liga que sería de las más festejadas por todo lo ocurrido, después de un rosario de malas noticias, una tras otra, y que nos hacía viajar al pasado y recordar a aquel equipo oscuro, de televisión en blanco y negro, que lo intentaba, pero que pocas veces ganaba.

El final del Campeonato ha retratado la actitud de unos cuantos. De los periodistas, que somos esos analistas oportunistas que no vemos más allá de sensaciones y de números, pero especialmente de los jugadores y del entrenador.

El sábado, después del 2-2 ante el Getafe, Xavi dio por perdida la Liga, Busquets la dio por muerta y el ‘Tata’ asumió toda la culpa de la mala temporada del Barça. El destino se está encargando de hacer caer como fichas de dominó la lógica; una derrota del Atlético ante el Levante, un empate del Madrid ante el Valencia y otro más en Valladolid para que todo este en su sitio.

Cuando todo el barcelonismo ya miraba hacia el futuro, resulta que existe el presente. Cuando nos despertamos de la siesta con una reunión de Zubizarreta con Luis Enrique, vemos que el Barça ha recibido un par de vidas en ese ‘Candy Crush‘ futbolístico y, milagrosamente, se puede llevar un campeonato no porque haya creído en él, sino porque da la sensación de que la dispersión del resto le ha llevado a estar en la mejor situación en el momento de la verdad.

La dinámica para preparar el partido ante el Elche no parece la más adecuada pero a estas alturas, ¿para qué dudar? A veces en el fútbol funcionan dinámicas de trabajo grupal, léase una partida de ‘paintball‘ o un asado para despedir al entrenador o, simplemente, para compartir unas horas lejos del balón y del fútbol.

Quién sabe, igual funciona, especialmente después de lo vivido esta temporada en la que era imposible que todo pudiera salir tan mal, porque sólo con recordarlo nos parece increíble. Volvemos la vista atrás y sentimos un escalofrío: la muerte del técnico que empezó la temporada, la dimisión del presidente, el desconocido fútbol de su principal figura, los problemas fiscales con la contratación de la estrella emergente o esa sanción impuesta por la FIFA que inicialmente impedía fichar durante un año.

¿Qué más puede pasar? Ganar la Liga, o al menos tener la opción de ganarla en tu propio campo, es una oportunidad única para olvidar penas e iniciar el nuevo proyecto con la mejor cara. ¿Le devolverá el fútbol al Barça todo lo que le dio en el pasado y le ha negado este año? Estaría bien, porque le debe unas cuantas.