Gabinete de crisis

Amenazas a su entorno familiar y la imposibilidad de que un presidente del Barça imputado pueda estar al frente de la nave. Estos son los motivos que puede aducir Sandro Rosell para abandonar la presidencia del club. La información la adelantó ‘La Vanguardia’ y nos hicimos eco aquí.

En las últimas horas, todo se ha acelerado. Según ‘Catalunya Ràdio’, los pesos pesados de la directiva -Sandro Rosell y los vicepresidentes Josep Maria Bartomeu y Javier Faus– acompañados por el director general (Toni Rossich), el director de comunicación (Albert Montagut) y Juan José Castillo, su hombre de confianza, se han reunido en el domicilio del presidente en una suerte de gabinete de crisis.

En una información de ‘Efe’ se insiste en que si Rosell dejara el cargo se tendrían que convocar elecciones. «No es que no haya gente capaz de seguir, sino que este proyecto está liderado por Sandro Rosell«, asegura un directivo.

En pocos días, se ha desatado la tormenta. Una querella presentada por un socio despechado (Jordi Cases) por la falta de respuestas por parte de la directiva lo ha desencadenado todo. Las dudas sobre la operación ‘Neymar‘ empiezan a ser certezas, la rueda de prensa para anunciar la convocatoria de un referéndum sobre los planes del Camp Nou visualizó la falta de transparencia del Rosell, que se negó a responder preguntas sobre Neymar;  al día siguiente, la admisión a trámite de la querella contra el presidente azulgrana supuso un nuevo torpedo en su línea de flotación.

En el domicilio de Rosell, en la calle Deu i Mata, se decide la estrategia inmediata a seguir y se maneja la posibilidad de convocar una reunión extraordinaria de la junta directiva, incluso una comparecencia ante la prensa.

El barcelonismo está expectante a la jugada. Es el caso de Agustí Benedito, el único oponente real a Rosell en las últimas elecciones, de Jan Laporta, que hasta ha cambiado su avatar de ‘twitter’ (ahora figura con una camiseta azulgrana y no con la ‘senyera’ catalana), y de Víctor Font, el último en apuntarse en la carrera electoral.