am14 16/12/2116
El Barça sigue negándose a ofrecer los derechos de copyright de clonación, tanto para bien -es un equipo casi imbatible- como para mal, pues deja escapar una fuente de ingresos potencial valorada en 600 millones de marcos alemanes según la consultora Burns, A.C., & Bush (1.500 billones de los antiguos euros).
Para suerte azulgrana, el 47º presidente de la entidad, Josep Guardiola i Sala, -cuyo cuerpo embalsamado luce en las vitrinas del museo del Camp Qatar New- cerró en 2039 la cláusula que blindaba los derechos de clonación a favor de la entidad. A punto estuvo su predecesor, Josep Bartomeu, de cederlos a los jugadores como había hecho el resto de clubes.
Por mucha clonación y por mucho que se armen los equipos de la Liga en busca del once ideal no dan con la clave para sacar al Barça de esa supremacía que cualquiera prevería infinita. El Real Madrid cuenta este año en sus filas con los clones de Gento, Pelé, Casillas, Van Basten, Francescoli, Garrincha, Mathaus, Puskas y el criticado Raúl, además del experimento Ibra 3.0 y del híbrido Cristiano-Di Stéfano. Pero ni así. Los culers, que siguen empeñados en esa idea romántica de utilizar sólo un clon y tirar de cantera, han visto como esta temporada el clon Messi XVII se alzaba de nuevo con el Holograma de Oro, por mucho que perdiese el Pichichi en manos de CR-Di.
Los intentos de clonar ilegalmente a los culers fueron constantes años atrás, pero aun empleando las más modernas técnicas de cirugía estética, las pruebas de ADN de la UEFA detectaban una y otra vez las copias fraudulentas, que eran inmediatamente sacrificadas en el mismo terreno de juego.
La pasada noche, Andrés Hernández, tataranieto de dos centrocampistas de la mítica escuadra dorada y actual capitán del equipo, fue el encargado de entregar la insignia de presidente honorífico a Jordi Neymar, nobel de literatura catalana y presidente nº 78 del club azulgrana. Neymar, al ser preguntado a sus 94 años por su mejor recuerdo en clave culer dijo: ‘Ya se que todo el mundo pensará que voy a decir cuando fuimos el primer equipo en alcanzar las 25 Copas de Europa, pero para mí hay otro momento especial. Un momento que no viví, pero que mi padre siempre recordaba con una sonrisa: se trata de una final jugada en Japón en 2011, antes de llegar él al equipo. Según él en aquella época se practicó el mejor fútbol de la historia y en aquella final se tocó techo. Busquen en las hemerotecas, busquen”.
L. Dalton para am14
Barcelópolis, capital de l’Estat Català, 16/12/2116