Andrea Orlandi cuelga las botas por una enfermedad coronaria

Andrea Orlandi, 34 años y profesional desde que en 2002 fichó por el Alavés, nunca sospechó una retirada tan abrupta y menos cuando en enero el Virtus Entella le llamó a India para reforzar al equipo, lanzado en búsqueda del ascenso a la Serie B italiana. “La vida sigue. Fue una noticia muy dura, pero lo asumí rápido… No tenía otro remedio y ahora es momento de mirar hacia adelante”.

Mirar hacia adelante sin olvidar el camino de 15 años en el fútbol profesional. Recordando los consejos de Quique Costas, la exigente sonrisa de Frank Rijkaard, los ánimos de Robert Martínez, la motivación de Gustavo Poyet, la excelencia táctica de Òscar García, la perseverancia de Lee Clark o la entrega de Eugenio Corini

Del Alavés B al Barça B, al Barça y… A Inglaterra. Con las maletas hechas para irse a Grecia, en 2007, una llamada de Robert Martínez le llevó al Swansea y de allí al Brighton, después al Blackpool y más tarde a Chipre, a Italia, por fin, “más vale tarde que nunca” y cuatro meses a India antes de volver al Calcio… Al que ya no pudo reengancharse. Se acabó. Mal, sí… pero con el recuerdo de una carrera que “me ha hecho muy feliz, a pesar de muchas cosas”.

Andrea Orlandi abandonó al acabar la pasada temporada el Novara después de un excelente curso a nivel personal que no acompañó a los resultados del equipo, descendido en Serie B. Los mil conflictos del Calcio, más noticia en los juzgados por clubs en bancarrota y otros esperando resoluciones judiciales sin poder fichar jugadores, le llevaron a aceptar una oferta del Chennayin de la SuperLiga india, convencido por su amigo Íñigo Calderón, capitán del equipo.

Comenzó la temporada y a principios de diciembre, antes del parón navideño, comenzó a recibir propuestas desde Italia. Un par de Serie B, tres de Serie C… Y ninguna más optimista que la del Virtus Entella, que no empezó a jugar por los temas judiciales hasta octubre pero iba lanzado.

Una charla con el director deportivo del club y otra con el presidente Antonio Gozzi fueron suficientes para hacer las maletas, rescindir a mediados de enero con el club indio y volar a Italia. El uno de febrero comenzaba la aventura… En dos semanas todo se acabó.

La revisión médica, el cuatro de febrero, descubrió “un problema en el corazón”. Por entonces la incredulidad era lógica. Dos días después una resonancia y la sospecha de que algo, realmente, no va bien. Tanto que el sábado nueve el club le comunica que por orden médica no puede jugar antes de pasar una visita en Roma, con un reputado cardiólogo italiano para confirmar las sospechas o, ya en caso poco probable, descartar ningún problema.

Y por fin, el miércoles 20, se confirma todo. “Se acabó”. Las pruebas en Roma muestran que Andrea Orlandi tiene una enfermedad coronaria, que arrastraba desde hacía años, y que no le permite jugar al máximo nivel. Se acabó.

Podía operarme, pero a los 34 años no tiene demasiado sentido. Me siento bien físicamente, tenía la ilusión por jugar un par de temporadas más, me sentí muy acogido en Chiavari (sede del Virtus Entella) y estaré siempre agradecido por el trato que me han dispensado, pero es hora de pensar en el futuro, en mi salud, en mi familia… El fútbol seguirá, pero desde otro prisma” explica, aún desde Italia Andrea, abrumado por todos los mensajes de apoyo recibidos y el recuerdo y homenaje surgido desde Swansea, Brighton o Blackpool, los equipos a los que perteneció en Inglaterra.

Del chaval que salió de la cantera del Espanyol, pasó por la Damm, se hizo futbolista en el Alavés, aprendió en el Barça B, entrenó con Rijkaard y llegó a jugar en el primer equipo del Barça antes de aventurarse en Inglaterra permanece, afirma, “el cariño por el fútbol. Los vestuarios, los compañeros, los entrenadores, los clubs, sus aficionados… He sido inmensamente feliz”.

Dos ascensos con el Swansea, el gol más rápido en la historia del club en la Premier, dos años, con un play-off de ascenso en el Brighton –uno con Poyet y otro con Òscar–, Anorthosis y APOEL en Chipre, Italia, India… Todo para un total de 401 partidos oficiales desde su debut en la temporada 2002-03 en 2ªB con el filial del Alavés.

Andrea Orlandi ya empieza a sentirse ex futbolista. No le resulta fácil pero sí lo tiene asumido. Se acabó. “Es hora de pasar página, disfrutar de la familia, de los amigos y pensar en el futuro”. Un futuro, que, tiene claro, seguirá en el fútbol.

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