No es extraño que un compañero informe sobre el estado físico de un futbolista cuando desde los servicios médicos o incluso el entrenador quieren esconder sus cartas, pero no resulta tan habitual que sea la marca que patrocine al futbolista la que dé la primicia mediante una nota de prensa. Hablo de Leo Messi y de su «segura» presencia el próximo sábado para jugar el clásico. Desde que Messi se lesionó, la fecha estaba marcada en rojo. Se rompió los ligamentos colaterales de la rodilla y se determinó un periodo de baja de ocho semanas, justo ese tiempo se cumple en estos días.
Durante todo el periodo de recuperación, los aficionados han seguido puntualmente por las redes sociales los capítulos de la misma. Un día aparecía en el sofá de casa, más adelante en la camilla de la ciudad deportiva, después se vieron las primera imágenes entrando en su coche en la Joan Gamper y finalmente sobre el césped.
Ni una sola vez en estos dos meses, Luis Enrique adelantó nada sobre el estado físico, tampoco los servicios médicos, que este año arbitran una política de comunicación diferente. Mientras el equipo ha ido ganando partidos -algo que prácticamente no ha parado en los dos últimos meses-, el barcelonismo se ha dedicado a contemplar sin prisas las evoluciones de su estrella, sin el agobio de la clasificación y convenciéndose de que con Neymar y Luis Suárez los goles estaban garantizados.
Lleva ya varios días Messi entrenándose con el equipo y la percepción es que estará en el Bernabeu, aunque se desconoce si para jugar de salida o simplemente jugar unos minutos. Será Messi. como siempre, el que tenga la última palabra, aunque visto el anuncio de Adidas nadie duda de que jugará, aunque su equipo esta vez no le ha echado de menos y en este tiempo el Barça ha sumado cuatro puntos más que el Madrid, a quien adelanta en tres puntos en la Liga.