Un derbi para olvidar

Decía Sandro Rosell antes de iniciarse el derbi que quienes acusan al Barça de no jugar bien lo hacen «deseando el mal del equipo«. Hoy, seguramente, la legión de malos barcelonistas se incrementará en unos cuantos a ojos del presidente, porque la victoria por 1-0 frente al Espanyol fue cualquier cosa menos brillante.

Consciente de la importancia del enfrentamiento ciudadano, Gerardo Martino sacó su equipo de gala. A excepción de la presencia de Martín Montoya en el lateral izquierdo por las bajas de Alba y Adriano, los diez jugadores restantes forman parte de lo que podría calificarse como titularísimos. En el otro bando, Javier Aguirre presentó un once con tres hombres ofensivos, el rumano Torje, el repescado Thievy y Sergio García. Todos los ingredientes -pólvora incluida- presagiaban un partido con más presencia en las áreas de la que hubo en anteriores derbis.

Una vez comenzó a rodar el balón, las tácticas eran claras: el Barça quería el dominio y el Espanyol lo fiaba todo a las contras rápidas de sus delanteros, como la que desaprovechó Thievy tras superar a Montoya en el primer minuto, o el chut de Torje por encima del larguero tres minutos después.

A partir de ahí, el equipo de Martino se hizo con el balón, manejándolo con un ritmo lento en la circulación que, de golpe y con menos frecuencia de la deseable, se aceleraba cuando Neymar mostraba su capacidad para desbordar por la izquierda o, por la otra banda, Alves recibía varios balones -ayudado por la presencia de Messi en la derecha- que centraba sin demasiado tino en los minutos 19, 21 y 24.

El Barça se dio cuenta pronto del chollo que representaba el flanco izquierdo del Espanyol, puesto que Torje no ayudaba a su lateral y Alves -con Messi o Alexis- siempre tenía superioridad. En el cuarto centro consecutivo del brasileño, un chileno que cada vez se parece un poco más al que vio Guardiola en el Udinese remató en buena posición, sin acierto.

Aun así, un error de Dani Alves estuvo a punto de provocar el primer gol visitante, pero Valdés dio muestras de su buena forma y salvó el tiro de un Víctor Sánchez que, seguramente, no esperaba el fallo del lateral blaugrana. El susto pareció despertar a los culés, que en los últimos cinco minutos pusieron cerco a la portería de Kiko Casilla, quien primero desbarató un chut de Iniesta (en la única aparición del manchego en todo el primer tiempo) y, en la misma jugada, vio cómo un disparo de Alves se estrellaba en el palo derecho de su arco.

Estaba por ver si la segunda parte traería consigo algún cambio en el juego. No por parte de un Espanyol que tenía el partido donde quería, sino por un Barça que echaba de manos, de nuevo, el movimiento constante de sus jugadores y el necesario ritmo alto de movimiento del balón. Y a Messi, claro. El argentino intentó el desborde en alguna ocasión, pero no parecía encontrarse.

El Tata tocó la tecla y el equipo pareció salir con otro aire, menos espeso, más rápido y profundo y con un Iniesta más activo e incisivo. Cinco minutos bastaron para percibir ese cambio, que obligó a Casilla a estirarse para desviar un remate al alimón de Alexis y Messi.

Gaseosa. El Espanyol dio medio paso adelante y se estiró, por lo que la electricidad de los primeros compases se esfumó, rota sólo por un chut con rosca de Neymar en el minuto 62 que rozó el poste. Fue precisamente el brasileño quien se internó por enésima vez por su banda y puso un suave y extraordinario centro para que Alexis sólo tuviera que empujar el balón.

El resto del partido fue cualquier cosa menos un encuentro dominado; se convirtió en un correcalles entre quien no tenía nada que perder y quien lo fía todo a las contras con el marcador a favor en lugar de hacer lo que mejor sabe: manejar el balón.

Con esa incertidumbre se consumieron los últimos diez minutos, una incertidumbre que, más que pesar sobre el marcador, sigue cerniéndose sobre el juego del Barça. Por mucho que moleste leer esa opinión al presidente Rosell.

Ficha Técnica

Estadio: Camp Nou, 79.997 espectadores

Árbitro: Carlos Velasco Carballo (Colegio madrileño). Amonestó a Fuentes (45′), Víctor Sánchez (67′), Mascherano (77′), Lanzarote (90′).

F.C. Barcelona: Valdés, Alves, Piqué, Mascherano (Bartra, 89′), Montoya, Busquets, Xavi, Iniesta (Cesc’ 85′), Alexis (Pedro, 83′), Messi y Neymar.

R.C.D. Espanyol: Kiko Casilla, Raúl Rodríguez, Sidnei, Moreno, Fuentes, David López, Abraham (Lanzarote, 83′), Víctor Sánchez, Thievy (Córdoba, 62′), Torje y Sergio García.

Goles: 1-0 (Alexis, 67′)

Foto: marca.com