Esta mañana nos hemos despertado con un escándalo que salpica de nuevo al padre de Leo Messi, a quien se investiga por presunto blanqueo de dinero procedente de la droga colombiana. La información, firmada por los periodistas de El Mundo Pablo Herráiz y Quico Alsedo, explica que la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) investiga a Jorge Horacio Messi como presunto intermediario entre bandas del narcotráfico colombiano y los organizadores de partidos y conciertos mediante las denominadas Fila 0, entradas que se venden pero no se ocupan puesto que son destinadas a fines benéficos. Las fotografías que ilustran este presunto escándalo no son ni serán las de ninguno de los presuntos investigados; son y serán las de Leo Messi.
Al parecer, esta investigación forma parte de la misma que se estaba practicando cuando los jugadores del Barça Leo Messi, Dani Alves, Javier Mascherano y José Manuel Pinto fueron llamados a declarar en un litigio por presunta estafa en un partido benéfico celebrado en junio de 2012 en Bogotá. El partido, impulsado gracias a la imagen del crack argentino (los famosos partidos Amigos de Messi), debía recaudar fondos para fines benéficos, pero quienes debían recibirlo han acusado a la organización –una empresa de Colombia– de que el dinero nunca llegó.
De aquella declaración, la conclusión que ha transcendido es que tanto Messi como el resto de jugadores del Barça nada tienen que ver con la organización de dicho evento, y se limitaron a disputar el partido y a ceder su imagen para su promoción. Recordemos que hace unos meses Messi y su padre fueron imputados por supuesto fraude a Hacienda de casi 4 millones de euros correspondientes a los ejercicios fiscales de 2007 a 2009. De aquel caso se concluyó que Leo Messi no participaba en la gestión de sus derechos de imagen.
Lo único que queda claro es que el ventilador de mierda contra Messi está encendido y que el jugador está solo. El Barça, al parecer, ya tiene un nuevo juguete con el que está encantado. Un juguete que lleva muy bien sus temas fiscales y sus negocios, según ha dicho hoy mismo Màrius Carol, nuevo director de La Vanguardia en la tertulia matutina de Rac 1, aunque aún haya 40 millones de euros que no se sabe bien (o sí) dónde han ido a parar en aras de la famosa confidencialidad. Un dinero que incluso ha provocado una denuncia en los juzgados contra el presidente del Barça.
Messi tendrá que seguir jugando este partido solo, como jugó tantos otros. Entonces sí defendía la camiseta del Barça y todos estaban encantados; entonces, claro, se vendían tazas a mansalva con su imagen. Y la presunción de inocencia no vende tazas.