Orlandi’s Monday: Mi casa, Swansea, Laudrup y la aventura del Blackpool

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Como ya os dije la semana pasada, he pasado unos días en Barcelona. ¡Lo necesitaba! Volver a casa significa ver caras conocidas, el abrazo de mamá, que cocine tus platos favoritos, que tus suegros te mimen, ¡que lo hacen! Y, por encima de todo volver a pasear en manga corta. Qué calorcito más bueno y qué lástima que en Inglaterra no haga mejor clima… Pero, claro, no se puede tener todo.

No había vuelto por casa desde que me marché a principios de julio. Después del palo del Brighton, aquellos días esperaba ofertas cuando los clubs habían comenzado las pretemporadas. Cada día salía a correr y quemaba adrenalina encima de la bici con mi amigo Curro. Gracias a él evité comerme más de un árbol y me limité a los típicos golpes de ciclista principiante. Vaya, que sobre dos ruedas mi rendimiento es tan discutible como el del Casillas actual…

Lo que no es tan discutible es lo que pasa por España y que sé que en Inglaterra os costará de comprender. El primer caso de infección por el virus del ébola que hay en Europa tenía que suceder en España… Pero la verdadera plaga que destruye a este país es la corrupción. Hace tiempo que me declaré apolítico y cada día me reafirmo más en ello. Es alucinante la gente que aprovechándose de sus cargos públicos roban y siguen robando sin pudor alguno… ¡Y que se ofenden si son señalados cuando se destapan los escándalos! No es un partido político u otro. Son todos y a su alrededor, con su connivencia se multiplican los ladrones. El último caso ha sido el de las tarjetas opacas de Bankia, ¡con el beneplácito de la Hacienda Pública! Si un ciudadano cualquiera se olvida de pagar la contribución o se retrasa en sus pagos ve como le embargan las cuentas y le persiguen sin piedad y esta gente sigue viviendo con total tranquilidad. En fin, mejor no seguir porque mis amigos británicos no deben entender nada…

Hablaba de mi ‘escapada’ a casa… Mis padres y mi hermana Chiara viven en Barcelona y yo tengo mi piso en Vilanova i la Geltrú, un pueblo a 30 kilómetros donde también viven mis suegros. Así que Laura y yo intentamos estar lo máximo posible tanto en un sitio como en el otro para que los abuelos puedan disfrutar de sus nietas. Ha sido una buena desconexión a medias, porque me he tratado las molestias del pie y he notado una gran mejoría. Me hice una ecografía en la planta del pie, me puse PRP, que consiste en inyectarte en la planta del pie tu sangre centrifugada… Una cosa extraña y que duele un montón. La fascitis está ahí pero mejorando.

Recapítulemos, que pierdo el hilo. Os explicaba en que en julio comencé a entrenar por mi cuenta a la espera de concretar alguna oferta. Al ver que pasaban los días decidí enviar un mensaje a mi amigo Gary Monk, entrenador del Swansea, para ver si me dejaba entrenar con el equipo sub-21, a lo que accedió enseguida. Así que tal cual hablé hoy con él, mañana ya había tomado un vuelo a Londres, pasé por Brighton a por mi coche y me fui a Swansea.

Quienes me conocen saben qué opinión tengo de ese club, de esa hinchada y de todos sus trabajadores. Me trataron como si no me hubiese ido, utilicé como uno más las instalaciones, desayuné y comí con el primer equipo, me traté con los fisios… Todo el mundo me recibió con los brazos abiertos. Desde el utillero (bueno, utillera en este caso) y hasta el jardinero me hicieron sentir como en casa. Si el segundo equipo no entrenaba, el encargado de la preparación física de toda la academia, Sam Hugginss, se ofrecía para trabajar conmigo personalmente con duras sesiones de entrenamiento. Es un club muy especial. Pasé cinco años allí y no lo olvidaré nunca.

Durante aquellos días me vi en no pocos sitios diferentes. Estuve cerca del Vancouver Whitecaps de la MLS, hubo una oferta de Turquía y otra de Grecia, acercamientos de este y aquel equipo de la Championship… Y de repente me dicen que Jose Riga quiere hablar conmigo cara a cara. El entrenador en persona. Me chocó pero no me lo pensé. Cogí el coche y subí hasta Blackpool para tener un meeting con él y ¡Hasta hoy!

Ahora os explicaré, pero antes debo decir que no fue una situación agradable, un verano como los demás el ver que no tienes el futuro resuelto con dos hijas, una familia y estar con esta duda. Hay que ser positivo y no desanimarse y eso cuenta. ¡Os lo aseguro!

Blackpool fue un soplo de aire fresco. El entrenador me habló claro, de golpe vi que el equipo estaba a medio hacer y entendí rápido que sería de todo menos fácil. Pero era un reto especial. Eso también ha ayudado porque el comienzo de temporada ha sido muy complicado. Conocernos a medida que llegábamos jugadores, tanto a nivel personal como deportivo, saber cómo es cada uno, las manías… Y a partir de ahí darme cuenta que a pesar de todas las dificultades teníamos, tenemos, capacidad para salir adelante.

Sigo pensando que podemos sorprender a más de uno este año. Repasando mentalmente los primeros partidos estoy convencido que deberíamos tener 5 o 6 puntos más y girando mis ojos a las gradas y viendo el ánimo de la afición me convenzo que este equipo debe darles una alegría. Somos profesionales y con esto quiero decir que hoy juegas en el Blackpool como antes lo hacía en el Brighton o en el Swansea, pero tengo la suerte, aquí también, de sentirme parte de algo, de un proyecto, de una gran familia, en el vestuario y la grada, que va de la mano. Siempre he pensado que esa comunión es la fuerza de un equipo y en ello el entrenador es parte importante.

Antes os hablé de Monk. Fue compañero mío en el Swansea y creo que despedir a Laudrup y colocarle a él fue la mejor decisión que tomó el club. Yo esperaba a Laudrup como agua de mayo. Le admiraba como futbolista y me gustaba todo de él… Pero ¡que decepción me llevé! Te llevas unos chascos terribles a veces cuando conoces a gente que idolatras. Ya me ocurrió con Gullit y también con Jordi Lardín, un extremo buenísimo del Espanyol.

Como persona, de Laudrup no puedo decir nada, fue muy correcto y diplomático. No llegué a conocerle para juzgarle a ese nivel, pero entrenando fue una de las mayores decepciones de mi vida y de verdad que no lo digo desde el rencor porque esa palabra no existe en mi vocabulario. Al contrario, creo que me hizo un favor al enseñarme la puerta de salida en el Swansea porque mi tiempo había pasado y lo digo convencido por mi experiencia en aquella pretemporada de 2012. Ahora el equipo está en manos de alguien que ama al club, alguien que trabaja de verdad, que estudia y se esfuerza por ser mejor. Podéis estar seguros que sé de qué hablo.

Al margen de todo, ahora tenemos otra cosa en la cabeza. Buscamos piso en Barcelona y el tema no es simple. El precio ha bajado pero sigue siendo caro y buscamos el sitio donde queremos pasar nuestra vida cuando me retire porque si algo tengo claro es que Barcelona es mi ciudad y el sitio donde quiero vivir cuando cuelgue las botas.

Empecé a escribir en Barcelona y acabo ya de regreso en UK. Triste por irme de casa pero con unas ganas terribles de volver a la rueda, de reencontrarme con los compañeros y entrar otra vez en competición. Sería increíble ganar dos partidos seguidos y empezar la racha que nos saque de abajo y a eso dedicaremos todo nuestro esfuerzo estos próximos días. El sábado visitamos al Huddersfield, que viene de ganar en el campo del Wolverhampton y empatar en Blackburn. Empezó mal pero ha sumado 7 de los últimos 9 puntos, así que va a ser un partido complicado.

Pero ahí estamos, a tope por recuperar el tiempo y seguir la escalada.

Vamoooooosss!!!

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