Orlandi’s Monday: Entre mi hermano y los monos

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Es la primera vez desde que juego en Inglaterra que esperaba ansioso la llegada del parón internacional. Normalmente me pillaba en dinámicas positivas y cortaba esa progresión y tendencia de buenos resultados. Ahora no hace falta recordar nuestra racha… Nos viene muy bien para cargar pilas, reflexionar y tomar medidas donde sea necesario.

Estos días libres te dan la oportunidad de ver a gente a la que le tienes un cariño especial. Ha sido complicado porque el señor Hypiia no es tan generoso con los días libres, pero Iñigo Calderón ha conseguido venir desde Brighton a verme. Jugamos juntos hace mucho tiempo en el Alavés B y cumplimos el sueño de volver a hacerlo en Brighton más de diez años después. Calde tiene un hijo de la misma edad que Norah, Aimar, y una mujer estupenda, Natalia. Aimar y Norah han crecido juntos estos dos años. Se echan mucho de menos y fue increíble verles jugar como si se hubieran visto el día antes. Esto es lo mejor del fútbol, conocer a gente así. Calde además es el padrino de Emma, mi hija pequeña. Buena elección sin duda. Es como un hermano para mi.

Celebramos con él mi 30 cumpleaños, aunque los cumplí el 3 de agosto, con una fiesta familiar y aprovechamos para ponernos al día. Charlar del Brighton sin Òscar García, de su vuelta a Inglaterra para entrenar al Watford, de nuestros problemas en el Blackpool… De todo un poco. Hablando de Òscar, estoy seguro que las cosas le irán bien en el Watford. Pero en dos semanas nos visitan en Bloomfield Road y ese día muchas sonrisas y tal… pero tenemos que pasarles por encima. Después le pediré un autógrafo de Elton John, que tengo entendido es un gran fan de su equipo.

Ayer también vinieron a hacernos compañía Luciano Becchio y Horacio Rossi, su agente, que además es el mío. Luchi y yo jugamos juntos seis meses en el Barcelona B y desde entonces somos muy amigos. Acaba de firmar por el Rotherham y vamos a estar más cerca. Ojalá le vaya bien porque es un delantero de mucho nivel y no ha tenido suerte en el Norwich. Tiene un grave problema: se pone unas gorras lamentables. Está convencido que le quedan bien pero es un absoluto desastre. No sé si es la forma ovalada de su cabezón, pero no hay manera… Cada vez que nos vemos lleva una diferente…

Hablaba de días libres… Nos dieron cuatro, ¡pero con deberes! Un día de trabajo en gimnasio y otro día de carrera. Y el resto de días ¿qué hacemos? A eso responde siempre Norah, claro. “Papi, quiero ver animales”. Pues a ver animales que vamos. El viernes cogimos el coche y nos fuimos al Knowsley Safari Park. Es un sitio espectacular, donde los animales viven en condiciones óptimas y en un recinto que recrea perfectamente el entorno de la sabana africana. El otro día hacía más de 20 grados, no sé cómo se las arreglarán con el invierno británico… ¿Los leones irán con chaquetón? El tema es que haces el recorrido con tu coche y tienes la oportunidad de pasar al lado de leones, cebras, antílopes, avestruces, elefantes, jirafas… Todo fenomenal e idílico… hasta que llega el momento de entrar en la zona de los babuinos. Tu los ves, están ahí agazapados, frotándose las manos pensando ‘de ese coche blanco me encargo yo’. El recinto te avisa: cuidado que los monos pueden dañarte el coche. ¡Pero yo juego en el Blackpool! ¡Yo soy un valiente! ¡Vamos adentro! Bien, pues a los dos segundos ya tenía a uno colgado del coche haciéndose la pedicura en la luna trasera. Y al colega se le añadiendo paulatinamente sus amigos. Golpes, intento de robo de limpiaparabrisas, gestos obscenos… ¡Estos babuinos son unos criminales! Conseguimos salir indemnes, con Norah gritando indignada dentro del coche. Ah, el coche… Aparte de que lo usaron de water tan contentos, se cargaron los limpiaparabrisas… Pero nos lo pasamos de cine en el Safari, os lo recomiendo. Ese día que estas tirado en casa aburrido y no sabes que hacer… ‘Pues hoy me apetece que un babuino malhumorado me rompa el coche’. ¡Es muy divertido! También está la opción más recomendable, que es entrar con un coche que te deje un amigo. ¡Sobretodo si quieres que deje de serlo, claro!

A todo esto, en el entorno del club hay algo de confusión. Con los años he aprendido algo en el fútbol: mantenerme tranquilo cuando todo está más confuso. Y eso es lo que tenemos que hacer los jugadores, estar unidos, pelear y ser capaces de mirar a la cara de nuestros aficionados por darlo todo.

Ahora tenemos una semana para preparar el partido del sábado. Viene el Wolverhampton, que es 3º y ha enlazado tres victorias seguidas. Ganaron en el campo del Fulham y desde luego va a ser un hueso. Pero, amigos, aquí hay guerreros. Y si creen que vamos a rendirnos no saben qué van a encontrarse.

¡¡Vamoooooos!!

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