Neymar, una operación de 160 millones

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17 millones de euros por derechos federativos, 40 por la prima de fichaje, 7,9 por el derecho preferencial de unos jóvenes jugadores, 2’5 millones destinados a la Fundación del padre de Neymar, 2,7 en concepto de comisiones, 2 por ‘scouting‘, 10 por diferentes ‘bonus‘, 4 por asesoramiento de márketing, 4,5 por dos amistosos con el Santos, 2 millones si consigue el ‘Balón de Oro‘ y 13,5 millones en una provisión por la multa de Hacienda.

La operación Neymar es un suma y sigue que no parece tener final. Día a día la cuenta se va incrementando y ya alcanza, entre los diferentes conceptos, más de 100 millones de euros y podría superar los 160 en caso de que el club reciba una multa. Por el camino van quedando un reguero de posibles responsables.

El primero en caer fue Sandro Rosell, imputado a raíz de una querella presentada por el socio Jordi Cases, por supuesto delito de apropiación indebida y que se vio obligado a dimitir.

Después de conocerse que Hacienda ha confirmado que el Barça ha defraudado 9 millones en el fichaje –no realizó la retención correspondiente a los 40 millones de la prima de fichaje–, los próximos que podrían ser imputados son el actual presidente, Josep Maria Bartomeu, y el vicepresidente económico, Javier Faus.

En ambos casos a instancias de Cases y por presunta «administración desleal«. También existe la posibilidad, apuntada por Felipe Izquierdo, el abogado del citado socio, de que se puedan solicitar responsabilidades de la gestión económica a la junta directiva y es que en el recuerdo está la solicitud de la acción de responsabilidad social contra la directiva de Joan Laporta por un montante de 47,6 millones de euros.

Si se confirma la existencia de delito fiscal, el Barça puede ser multado con hasta seis veces la cantidad defraudada, es decir 54,6 millones de euros, lo cual encarecería aún más la operación hasta los 160,7 millones de euros. Una cifra desorbitada.

Y ante todo esto, el club mantiene el silencio. Dejó claro Bartomeu el día que se hizo cargo de la presidencia que no pensaba dimitir ni aún si fuera imputado, situación que entonces –23 de enero– parecía impensable.

Desde la oposición, la escasa que tiene el club más allá de los descamisados de twitter, tampoco están dispuestos a tomar por ahora la iniciativa, ni desde el entorno de Joan Laporta ni tampoco desde el equipo de Agustí Benedito.

La única novedad podría provenir del nuevoManifest Blaugrana, esta asociación de nuevo cuño que podría estudiar tomar algún tipo de iniciativa en el asunto.