De acuerdo con la información de Xavi Torres, Sandro Rosell dimitirá esta misma tarde. Lo hará después de que se haya admitido a trámite la querella que puede producir su más que probable imputación por el contrato que trajo a Neymar a Barcelona, traspaso del que, más de medio año después, el socio sigue sin saber los conceptos que se pagaron y cuánto costaron cada uno de ellos al club. Una simple querella de un socio, algo que parecía que no iría a ningún sitio y que era motivo de mofa para los directivos del club, ha acabado con algo tan poderoso como se supone que es el presidente de uno de las más grandes entidades deportivas del mundo.
Al parecer, y siempre según Xavi Torres, Bartomeu cogería el relevo de Sandro hasta junio y, a final de temporada, se convocarían elecciones a la presidencia del club. Sorprendentemente, el club actúa con lógica: ahora no es momento de elecciones, ya que la influencia de un nuevo mandamás, con todo lo que ello conlleva, a mitad de temporada, sólo podría tener un efecto negativo en las secciones deportivas que juegan bajo la zamarra azulgrana. El socio ya dispondrá de tiempo en verano para analizar con la cabeza fría las alternativas con las que cuenta para la presidencia de su club.
¿Quién cogerá el timón? ¿Volverá Laporta? ¿Será la ocasión de Benedito? Quién sabe. Lo cierto es que, muy probablemente, mejorará a Rosell. Su palmarés deportivo es envidiable, uno de los mejores presidentes en este aspecto. Sin embargo, su ascendiente en la consecución de cada uno de ellos es prácticamente nulo. Se encargó de hastiar al mejor entrenador de la historia, de convertir cada declaración en un titular nocivo para el club, de devolver el fantasma de los Boixos al Camp Nou, de no despejar las dudas sobre su relación con sus empresas (especialmente Viagogo) y por último ha emborronado el fichaje y el futuro de uno de los grandes activos del club como es Neymar. Su teórico fuerte, la parte económica del club, ha sido el que finalmente lo ha enterrado.
Los culés, a partir de esta tarde, respirarán más tranquilos. Mejor un futuro desconocido que uno con Rosell. Que tanta paz lleves como descanso dejas, Sandro.