Los contendientes: New England Patriots

Amanecía septiembre en Estados Unidos, mes sinónimo de fútbol en el país con capital en Washington, y los Patriots perdían en su primer partido ante los débiles Bills 20-21 a falta de pocos segundos. Brady, con Welker en Denver recibiendo pases de Manning y con Gronkowski en la enfermería, sólo tenía a Danny Amendola, un receptor que había pasado sin mucha pena ni gloria por Eagles y Rams. Sin embargo, con él y el running back Vereen, se situaron en buena posición en campo contrario cuando el reloj exprimía sus últimos segundos. Un field goal daría la victoria a los Patriots en el siempre importante primer partido de la temporada. Lo que pudo parecer un accidente no era más que el inicio de una peligrosa tendencia: un extraordinario drive de 70 yardas en un minuto ante los Saints sin tiempos muertos otorgaría nuevamente la victoria a los de Nueva Inglaterra en la semana 6; marcarían la mayor remontada de la historia de la franquicia al remontar un 24-0 al descanso ante los imparables Broncos; volverían a necesitar una remontada sólo dos semanas más tarde, esta vez con los Texans en frente; siete días después anotaban dos touchdowns en un minuto y ocho segundos para ganar a los Browns y hace una semana estuvieron a punto de repetir remontada ante los rivales divisionales de Miami.

Los Patriots (11-4) no son el mejor equipo de la Liga. Ni tienen la mejor defensa, ni el mejor ataque. Su secundaria es porosa, su defensa de la carrera es transparente y su cuerpo de receptores está tan mermado que podríamos jugar tú o yo en él sin desentonar. No cuentan con un gran running back, así que reparten los snaps entre un comité de ellos, tratando de lograr un juego efectivo en carrera juntando varios jugadores que no pasan de decentes por sí solos. Y, aún así, si los Broncos pierden el partido que les queda, pueden convertirse en los campeones de la conferencia. La razón de ello no hay que buscarla muy lejos, se encuentra en la persona que se sitúa detrás del center partido a partido. Tom Brady puede estar lejos de sus habituales y estratosféricos números, pero su campaña sólo puede contemplarse desde la más absoluta admiración como aficionado y con extrema precaución si los azares del destino te llevan a enfrentarte a ellos: nunca, nunca, nunca des a los Patriots por muertos mientras Brady reciba snaps.

Defensa

Un rápido vistazo a la lista de lesionados de larga duración de los Patriots deja algunos nombres como Jerod Mayo, Vince Wilfork o Tommy Kelly. No son unos cualquiera: se trata de hombres clave en la defensa de los Patriots. La ausencia de los dos últimos, defensive tackles, puede explicar en parte por qué los del equipo de Bill Belichick son incapaces de parar la carrera de los rivales. Mayo, un linebacker exterior, es también uno de los mejores activos que tienen los Patriots tanto para tapar huecos en carrera como en coberturas de pase, así como para presionar al quarterback rival. Su ausencia es, si cabe, aún más clave por la multitud de tareas en las que sobresale y, por ende, el vacío que su lesión conlleva.

ParámetroDatoRánking NFL (1-32)
Pase (yd/partido)240.218 
Carrera (yd/partido)132.5 31
Total defensa (yd/partido) 372.7 24 
Puntos por partido22.210 
TD pase24 18 
TD carrera10 
TD totales33 13 
Interceptaciones14 12 
Fumbles forzados10 21 
Sacks40 
Tercer down (logrados/intentados) 43% 29  
Touchdowns anotados26

Tabla 1. Estadísticas defensivas de los de Nueva Inglaterra. Ránking más alto significa mejor.

Las lesiones han obligado al coordinador defensivo, Matt Patricia, a poner a jugar a un equipo eminentemente joven. La media de edad de la defensa que jugó ante los Dolphins hace una semana era de 25.4, mientras que los titulares que jugaron en el primer partido en septiembre promediaban 27.6 años. Sólo el decente safety Steve Gregory, con 30 años, se encuentra en esa década en la jovencísima defensa Patriot, en la que seis de los once jugadores titulares tienen veinticuatro años o menos. A pesar de que la NFL es un deporte extremadamente exigente en el plano físico, en el aspecto defensivo suele ser necesario una buena dosis de veteranos que conozcan bien tanto el juego como la defensa, amén de aportar una muy importante cuota de liderazgo.

La defensa de los de Massachusetts figura vigesimocuarta en yardas totales por partido y es ciertamente un mal dato, pero en el campo no juegan como si fuesen la novena peor defensa de la Liga. Un buen resumen de su año se halla en el fantástico partido que disputaron contra Denver en Foxborough: se fueron al descanso encajando veinticuatro puntos y secaron en la segunda a la implacable ofensiva de Manning limitándola a siete puntos cuando promediaban 22.5 puntos en las segundas mitades hasta entonces. Es una defensa inconsistente que permite con cierta frecuencia grandes jugadas al rival, aunque cada vez menos. Este hecho va ligado a la juventud de los hombres que la forman, menos acostumbrados a guardar la concentración durante todas las fases de los partidos que aquellos que ya llevan unos años lidiando con los mejores ataques de la competición.

Entre los mejores jugadores de la defensiva Patriot esta temporada se encuentran Brandon Spikes, un muy buen linebacker contra la carrera que este año ha visto multiplicado su trabajo y especialmente el joven Hightower (un linebacker exterior que se ha visto en la complicada tesitura de substituir a Mayo) que, en su segundo año, tomó la responsabilidad de comunicar el banquillo con los jugadores a través del auricular en su casco. Otro hombre importante, el cornerback Aqib Talib, que jugó excelentemente los primeros partidos teniendo en frente a jugadores como Julio Jones, A.J. Green o Jimmy Graham (que se quedó en 0 yardas por única vez en toda la temporada), ha vuelto en mal estado después de lesionarse la cadera a mediados de octubre.

Por lo que respecta al pass rushing, el tackle novato Chris Jones se ha erigido como un buen recurso, con cinco capturas del quarterback. Este jugador, descartado por Texans y Buccaneers, fue firmado por los Patriots en octubre debido a las lesiones de sus titulares y se ha convertido en un pilar para la defensa bostoniana. Chandler Jonesdefensive end de segundo año, está rindiendo también a un nivel espectacular y lleva ya once sacks (cuarto en toda la Liga en esta estadística), mientras que el otro defensive end, Rob Ninkovich, amasa seis capturas. El veterano Andre Carter anda lejos del nivel del que hacía gala en 2011 y sólo ha jugado este año en siete partidos, ninguno como titular, y cuenca con un único sack.

El punto débil de la defensa de los de Nueva Inglaterra se encuentra en la carrera. Las lesiones han afectado a los especialistas e incluso los Patriots han llegado a ir alternando una defensa 3-4 con una 4-3, sin que ello afectara significativamente a los números en contra. De la adversidad, sin embargo, han conseguido encontrar a otro diamante en bruto: Sealver Siliga, que con veintitrés años y dos años de experiencia en la Liga ha pasado ya por tres equipos antes de los Patriots (49ers, Seahawks y Broncos) y que fue ascendido de la plantilla de prácticas a la activa a finales de noviembre. El juego contra la carrera ha mejorado notablemente tras su adición y ya se ha hecho con el puesto de titular. Ante los Ravens jugaron él y Chris Jones, dos jugadores que ni formaban parte de la disciplina Patriot hace tres meses.

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