Ganadora del GO! Marathon de St. Louis descalificada por hacer trampas

Kendall Schler, de 26 años, fue la primera entre las féminas que cruzó la meta del Go! Marathon de St. Louis. Cortó la cinta, se colgó la medalla, se hizo una fotografía con Jackie Joyner Kersee –ganadora de seis medallas olímpicas, tres de ellas de oro entre 1984 y 1996–, y recogió el suculento premio de 1.500 dólares. Además se hacía con una marca que le aseguraba una plaza para el maratón de Boston.

Eso ocurría la mañana del pasado domingo 12 de abril. Tres días más tarde fue oficialmente descalificada.

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Andrea Karl, una estudiante de la Universidad de Washington, finalizó el maratón con 2 horas, 54 minutos y 28 segundos junto a la bicicleta que acompaña a la primera mujer durante todo el recorrido. Pero la cinta ya estaba cortada. ¡Sorpresa!

Nancy Lieberman, presidenta del GO! Marathon, se puso a investigar. Schler acreditaba un tercer puesto en la edición del año pasado. Pero no aparece en ninguna fotografía de las que se toman a lo largo del recorrido. Además no existe ninguna lectura del chip que lleva el dorsal. Tampoco en esta edición.

«La llamé por teléfono y le expliqué que iba a ser descalificada a menos que nos proporcionase fotografías de ella a lo largo del recorrido», explica Lieberman. Eso no ocurrió.

Schler al día después de disputarse el maratón de St. Louis se registró para disputar el maratón de Boston con la marca de 3 horas, 13 minutos y 4 segundos que supuestamente había conseguido en la edición de 2014. El tiempo de clasificación para Boston en el grupo de edad de Schler es de 3 horas y 35 minutos. Inscripción que ha sido anulada al ser descalificada.

Finalmente apareció una fotografía de Schler en el puente de Eads al principio del maratón donde se la ve corriendo con el dorsal en la pierna tapado con la camiseta. Después de ahí ya no se volvió a registrar su participación. Además en las dos ediciones había retirado el chip de control de detrás del dorsal. Así que la historia de Schler no tenía ningún sentido.

En esta maratón se cruza dos veces el río Mississippi y se supone que ahí dejó la cola de la carrera para colocarse en el grupo de cabeza.

En 1979, Rosie Ruiz hizo uso del transporte público para recortar algo de la distancia del maratón de Nueva York que le valió para clasificarse para disputar el maratón de Boston. Meses más tarde cruzó la línea de meta en primer lugar en Boston y se destapó su engaño.

«Es una situación difícil para todos, incluyendo a las personas que dirigen una carrera justa y no reciben el reconocimiento que deben recibir», aseguraba Lieberman. «Yo le dije que parecía que había hecho trampas. No tengo nada legítimo que diga que oficialmente comenzó y corrió las 26,2 millas ni en 2014, ni esta edición de 2015. Me sabe mal por Karl que no tiene ninguna fotografía como ganadora. Schler le robó el momento de euforia que el ganador obtiene al cortar la cinta y recibir los vítores de la multitud. La verdadera ganadora lo hizo todo bien y no obtuvo su reconocimiento».

Foto: J.B. Forbes y GO! Marathon

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