En las próximas horas se hará oficial el fichaje de Sergi Gómez (22 años) por el Celta. El defensa del B hará las maletas a falta de un año de contrato por cumplir en el Mini. Gómez, que se ha comprometido con el club vigués por tres temporadas y por el que el Barça no se guarda ninguna opción de vuelta, llegó a la disciplina azulgrana en 2006 procedente del Mataró y formó parte de la generación del 92, junto a otro prometedor defensa que también podía actuar como central y que también se marchó del club, Marc Muniesa.
Con su marcha, el Barça acaba de dejar claro que últimamente, salvo contados casos como el de Bartra, no confía en los centrales que en teoría están a un paso del primer equipo. Y es que antes que Gómez, este mismo año ya han hecho las maletas Carles Planas, central zurdo que llegó con 10 años al club y al que se ha decidido no renovar e Ilie Sánchez, centrocampista reconvertido en central que jugará en el Múnich 1860.
Pero la cosa no es nueva. Sergi Gómez, que debutó con el primer equipo de la mano de Guardiola con sólo 18 años en un partido de Supercopa de España, coincidirá en Vigo con su ex compañero Andreu Fontàs (puede actuar de central o de mediocentro), que el curso pasado actuó como cedido en el Celta y al que el Barça ha decidido no repescar.
En plena búsqueda de al menos dos centrales para la primera plantilla, parece que Zubizarreta y los máximos responsables de la parcela deportiva del primer equipo no encuentran en el B a ningún central que les convenza.
Veremos qué pasa con los centrales que sí se quedan en el filial para la próxima campaña: Edgar Ié, central con buena salida de balón y buen juego aéreo que llegó en 2012 procedente del Sporting Clube Juvenil y el rápido y contundente Bagnack, que recaló en el Barça en 2008 procedente de la Fundación Samuel Eto’o, y que esta pasada temporada hizo la pretemporada a las órdenes del Tata Martino. Amén de los que deben subir del juvenil al segundo equipo, como el caso del prometedor central zurdo Xavi Quintillá.