Hace semanas que mis amigos madridistas me sonríen al pasar. Otros me miran con cara de medio sorpresa. Hay incluso algunos en los que se esboza cierta preocupación (los menos). El comentario, en todos los casos, es el mismo: ‘‘Luis Suárez, Messi y Neymar, vaya delantera’’.
Y es que los cromos que presentará el Barça 2014-2015 son indudablemente espectaculares. Intercambiables a razón de uno por uno con los del Madrid. En los patios de los colegios un Ronaldo se cambia por un Messi, un Bale por un Neymar o incluso un Benzemá por un Suárez.
Mis amigos madridistas ya están acostumbrados. Se vienen arriba cada verano con el fichaje ‘Vacaciones Santillana’ de Florentino. Y les parece bien. El crack de turno no les deja ver más allá. O es que acaso no quieran hacerlo. O no lo necesitan. No importa ni el dinero, ni las formas de pago, ni la adaptación al equipo, ni la necesidad. La décima les ha acabado de convencer, si es que no lo estaban ya.
Pero en el Camp Nou las cosas son algo distintas. Aquí el nuevo Barça de Bartomeu parece que empieza a virar hacia una ligera ‘galactización’, perdónenme el palabro, de la plantilla. A empezar la casa por el tejado. Y eso en Barcelona no hay décima que lo tape. Ni novena, ni octava… ni incluso quinta por venir.
El Barça de Luis Enrique tiene, a día de hoy, muchos cromos y poca fiabilidad. Mucho relumbrón arriba y pocas realidades atrás. Y es que montar un equipo a fuerza de competir con millones por el crack de turno de cada verano no garantiza la confección de una plantilla compensada. Tampoco títulos, como se pudo comprobar el curso pasado, el año de la llegada de ese Neymar arrebatado a Florentino.
Pero Luis Enrique no será el primer entrenador azulgrana en lidiar con una línea atacante de álbum de cromos. En 2007 Laporta ya probó con esta estrategia de ‘los galácticos’. Aquel año, con Rijkaard en el banquillo, llegó el francés Henry para jugar la temporada 2007-2008 con los Ronaldinho, Eto’o y Messi. Aquella campaña, como la primera de Neymar, acabó con cero títulos.
Un año más tarde, ya sin Ronaldinho en el conjunto y con Guardiola como entrenador, el Barça consiguió el triplete. En la final de aquella Champions ganaron 2-0 al United de Cristiano y Rooney con una delantera formada por Henry, Messi y Eto’o. Y después de conquistar el triplete, el equipo de Pep hizo historia ganando la Supercopa de España, la Supercopa de Europa, y el Mundial de Clubes. Seis de seis. Aquel Barça se había desprendido de Eto’o, pero había contratado otro cromo: Ibrahimovic. En la final de la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes la delantera titular estaba formada por Henry, Ibrahimovic y Messi.
Veremos cómo acaba gestionando Luis Enrique su delantera de ‘galácticos’. Ejemplos tiene para lo bueno y para lo malo.