NORMALITO. No va a perder ningún partido él solito, pero tampoco lo va a salvar milagrosamente. Es lo que hay.
TRASPASADO. Las internadas de Vadillo y Batistao, entre otros, agujerearon su banda.
DESCAFEINADO. Siendo el veterano en el centro de la zaga, se espera de él una autoridad que no está mostrando. Se pelea más con el árbitro que con los rivales que volvieron a dejarle en evidencia.
NERVIOSO. Mal partido del canterano. Sin criterio en el reparto de balones, timorato en el corte. Abroncado por Busquets.
SOSO. El lateral se marcó un «ni fú ni fá» de partido, con dificultades para sujetar a Cedrick y sin aportar nada de nada al ataque por banda izquierda.
MURALLA. En la primera parte contuvo todo el juego del Betis que pasaba por el centro. En la segunda parte le hicieron el «aclarado» y no tuvo mucho que hacer.
ESCASO. Comenzó con muchas ganas, dos buenos disparos lejanos y una falta al larguero. Luego se enfurruñó consigo mismo y dejó de jugar como sabe. O sabía.
CUENTAGOTAS. Menos que en partidos recientes, aunque sin hacer nada extraordinario fue de los mejores de un equipo apático que pensó que ganaría con la gorra.
ABURRIDO. El encuentro del canario lo hemos visto este año muchas veces. Se mueve mucho hacia ninguna parte y no acaba de partir la pana. ¡Ay, si el Barça vistiera de rojo…!
EFERVESCENTE. Mucho burbujeo inicial, incluida la aplaudida jugada que provocó el primer penalti. Luego se acaba todo, te tomas la medicina, y te quedas con el amargo mal sabor de boca. Imagine una jugada de gol cualquiera: él la falló hoy.
APAGADO. Estuvo todo el partido sin chispa, apareciendo poco y mal. La defensa bética lo anuló bastante bien. Marcó un penalti y el rebote de otro para empatar a Costa en el 2º puesto del Pichichi.
TAMBIÉN JUGARON:
DESGANADO. Martino lo «castigó» con quince minutos y eso al brasileño no le motiva lo suficiente. Falló un gol medio cantado.
IMPLICADO. Intentó acallar bostezos encajándose entre líneas y ofreciéndose, pero sus adormilados compañeros no estaban por la labor.
S.C. Salió tres minutos y el balón que tocó lo echó fuera.
