MERITORIO. En un partido propenso al bostezo para el portero, sacó las manoplas con acierto en varias ocasiones.
ANIMADO. Partido completo del brasileño que incluso aderezó con asistencias y disparos.
SÓLIDO. No dejó ni una grieta al timorato ataque rayista.
PÉTREO. Perdida la elasticidad de antaño, sigue defendiendo con oficio pero volvió a resquebrajarse.
ABRELATAS. No es la primera vez que el lateral coloca el 1-0 en el marcador. Esta vez en el minuto 2.
INVISIBLE. No necesitó destacar en un partido plácido para él. Se llevó varios balones por alto, aspecto que necesitará ante el City.
ESPÍA. Se movió entre las líneas enemigas para asistir, robar y combinar con calidad.
PELÉ. Si algunos dicen que Modric es el nuevo Zidane, Andrés es desde luego Pelé: a una increíble colección de pases y regates acrobáticos, le sumó un intento de golazo desde el centro del campo como el de ‘O Rei’.
EMPECINADO. Cuanto menos le salen las cosas, más agacha la cabeza y sigue intentándolo. Tras algún fallo y una picada al palo, marcó a pase de Cesc el 4-0. Debe ser titular en Champions.
FALLÓN en el último pase, ofreció su brega habitual y definió bien en el 3-0, pero no fue su noche y ganó papeletas para el banquillo de Manchester.
TERCERO. Superó a Di Stefano e igualó a Raúl en el tercer escalón goleador de la historia de la Liga con sus dos goles, a los que hay que añadir la asistencia del 3-0 y dos disparos con olor a escuadra ejecutados con su pierna mala. Hugo, Zarra y Paulino Alcántara ya están en el punto de mira.
También jugaron:
RECUPERADO. Convocatoria, minutos y golazo de estrella. La lesión y el jaleo con sus contratos ya están olvidados.
ATENTO. No tuvo problemas para cerrar la defensa en los minutos que suplió a Puyol.
TARDE. El partido ya no estaba para alegrías cuando entró. Presencia testimonial.