Llegaba el Barça a Glasgow con el recuerdo aún fresco en la mente de la derrota la temporada pasada (2-1), donde más de un 80% de posesión no fue suficiente para ni siquiera arrancar un empate del Celtic Park, y con el agravante de la ausencia de Leo Messi, el único entonces capaz de marcar y de generar ocasiones de peligro.
Y viendo el desarrollo de la primera parte, parecía que no había transcurrido el tiempo. El Barça volvió a caer en los mismos errores, con un excesivo y estéril control del esférico, liderado por un Xavi cada día más lejos del jugador que fue, con escasa profundidad y verticalidad. Todo ello se tradujo en unos anodinos primeros 45 minutos donde sólo el desparpajo de Neymar consiguió aportar algo de frescura al ataque blaugrana, mientras Cesc y Pedro se diluían entre los fornidos y excesivamente agresivos, en ocasiones, defensas escoceses. De hecho, la única ocasión clara del conjunto azulgrana se produjo casi al final de la primera parte, cuando un remate de Neymar en el minuto 41′ a punto estuvo de romper la igualdad. Hasta ese momento’, el conjunto catalán sólo fue capaz de generar peligro con tiros lejanos y remates sin peligro, que un acertadísimo Forster fue atajando sin excesivos problemas. Por el contrario, Valdés sólo tuvo que intervenir una vez en este primer tiempo y fue ante un remate de Samaras en el minuto 5 de partido que el guardameta de L’Hospitalet pudo rechazar con su pecho.
No sería la única parada de mérito de Víctor Valdés, quien en la segunda parte de nuevo volvería a salvar al equipo con una gran intervención en el minuto 74, cuando el marcador aún registraba empate a cero. Pero tras el descanso y hasta este momento, el partido vivió uno de sus momentos decisivos cuando en el minuto 59, Brown quiso emular a Pepe y eligió a Neymar como su Casquero particular, lo que ocasionó que viera la roja directa. Esta expulsión condicionó el juego posterior del Celtic quien pasó de defenderse ordenada y suficientemente, a endurecer el partido de una manera innecesaria, perdiendo todo el control defensivo que hasta ese momento habían tenido.
Bartra, uno de los mejores del partido –sobrado en defensa y corrigiendo a un cada vez más desnortado Piqué–, se atrevió en el 65′ con un disparo desde fuera del área, convirtiéndose en el primer aviso de lo que vendría después, aunque fue el Celtic quien en el 73′ a punto estuvo de repetir la historia de la temporada pasada, a través de un remate de Forrest, pero que Valdés –también a diferencia de entonces– consiguió de nuevo deshacer otra de las escasas ocasiones del conjunto escocés. El remate de Mulgrew a la salida del córner fue la última ocasión clara de un Celtic de Glasgow que vería como dos minutos después, el Barça se adelantaría, sorprendentemente, con un gol a la contra, tras una gran jugada de Neymar, que Alexis –quien había sustituido a un desaparecido Pedro– centró y Cesc envió al fondo de la red.
El gol y un jugador menos fue una losa demasiada pesada para un Celtic que ya no fue capaz de ni siquiera inquietar a Valdés y vio como Alexis y sobre todo Neymar en el 91′ pudieron ampliar la ventaja.
La victoria blaugrana combinada con el empate entre Ajax y Milan en el otro partido del grupo, coloca al conjunto culé como líder en solitario del grupo y deja la clasificación encarrilada, a la espera del doble enfrentamiento ante el conjunto milanista. Y además, supone la primera victoria del Barca a domicilio en Champions en todo 2013. Otra cifra más a sumar a los excelentes números del Tata Martino.
Ficha técnica: Celtic Park. 60.800 espectadores.
Celtic Glasgow: Forster, Matthews, Izaguirre, Ambrose, Van Dijk, Mulgrew, Lustig (Forrest 70′), Brown, Commons (Pukki 86′), Samaras y Stokes (Kayal 70′).
FC Barcelona: Valdés, Alves, Piqué, Bartra, Adriano, Sergio, Iniesta (Song 88′), Xavi, Pedro (Alexis 74′), Cesc (Tello 78′) y Neymar.
Árbitro: Stéphane Lannoy, Francia. Amonestó a Lustig (44′), Cesc (55′), Busquets (75′), Samaras (77′), Izaguirre (86′), Alexis (90′) y expulsó por roja directa a Brown (59′)
Gol: Cesc (76′)