«Para mi y para todos los corredores de montaña es Dios». Esta afirmación no sale de cualquier boca. Sale de unos de los pulmones que más récords y carreras de montaña ha superado. Para Kilian Jornet, hoy en día el mejor corredor de montaña y skyrunning del mundo, Bruno Brunod es su referente, su ídolo, su Dios. El corredor catalán ha seguido los pasos del corredor italiano, que en la década de los 90 se atrevió a escalar y desafiar cimas del alpinismo que nadie podría imaginar subir sin equipo de escalada, y los ha superado.
Brunod abrió las rutas que hoy recorren los corredores de montaña. Las abrió con tiempos estratosféricos. Tiempos que tan sólo Kilian Jornet, 20 años después, ha superado.
Nació en Aosta, la principal ciudad del Valle de Aosta en los Alpes italianos, a los pies de algunas de las montañas más altas de Europa, como el Cervino –también conocido por su nombre en alemán, Matterhorn–, el Mont Blanc, el Monte Rosa y el Gran Paradiso. Vivía con su madre y cuatro hermanos en lo alto de Chatillon, bajo el Monte Zerbion. Pietro Trabucchi explica en su libro Ripensare lo sport, después de acompañarle en la expedición al Everest, las condiciones en las que vivía Brunod, hijo de una pastora: «En casa teníamos celofán en las ventanas porque el cristal era demasiado caro. Hasta la edad de ocho años viví sin electricidad en casa. Fui a la escuela, pero me gustaba estar solo. Era quizá un poco salvaje».
De pequeño, Brunod y sus hermanos ayudaban en casa después de salir de la escuela. Le gustaba llevar las vacas a los pastos, siempre subiendo y bajando el Monte Zerbion. Según cuenta él mismo, «esta infancia es la que me ha hecho tan fuerte para afrontar cualquier rampa».
De joven se interesó por el ciclismo, «un día estaba en los pastos y me encontré un viejo periódico que hablaba sobre la rivalidad de Coppi y Bartali». Pero no fue hasta que realizando el servicio militar en Courmayeur, en los alpes franceses, sede del Grupo Deportivo, fue inscrito en una carrera para representar al ejercito. Le inscribieron después de ir de Courmayeur a Chatillon y volver en un día para ir a buscar una guadaña para cortar el césped de casa del general.
El día de la carrera me presenté con el perno bajo la pancarta de salida. La gente se echó a reír. Los demás lucían hermosas bicicletas y musculosas piernas depiladas. Tenía miedo, pero el sargento me hizo un guiño de aliento. Al comienzo, de la pura emoción me tropecé y caí. Los otros desaparecieron tras la primera curva. Entonces me sentí poseído por la rabia, tal vez porque yo era pobre, o tal vez porque me sentía burlado, salté sobre los restos del pelotón, arrastré al grupo y demarré en la primera ascensión. Había ganado con más de un minuto sobre el segundo.
Su carrera como ciclista empezó en ese momento. Destacó como escalador, llegando a compartir pedales, equipo y habitación con Claudio Chiapucci. Sin embargo, el ambiente enrarecido de aquella época del ciclismo –en pleno auge de las prácticas de doping– no le llegó a calar tan profundamente como para dedicarse profesionalmente y regresó a Chatillon para trabajar como albañil. Dedicaba el tiempo libre a escalar las montañas que le rodeaban. Ya pasada la treintena decidió probar suerte con las carreras de montaña.
En 1995 asaltó el récord de ascensión y descenso del Cervino, que tenía Valerio Bertoglio, superándolo en más de una hora. Tardó 2h12’29» en subir y 1h02’15» en bajar. A partir de aquel momento se encontró subiendo las cimas más altas del mundo en Malasia, Estados Unidos, México, Argentina, Tanzania, Tibet, Nepal… Y acabó ganando los campeonatos del mundo de Skyrunning en 1996 y 1998.
«Sin falsa modestia, creo que lo que realmente me ayudó no era mi estilo ni el tipo de entrenamiento, sino el haber aprendido de niño a amar el esfuerzo y el sacrificio. Creo que esto viene de la vida que llevé. Estoy seguro.» Antes de batir el récord del Cervino subió a la montaña treinta veces, lo que demuestra la capacidad de sacrificio y lo testarudo que es.
Sus logros más destacados:
• Record ascenso-descenso al Cervino desde Cervinia 3h14m (1995)
• Record ascenso-descenso al Monte Rosa desde Gressoney 4h45
• Record ascenso-descenso al Aconcagua desde Plaza de Mulas 5h57
• Record ascenso al Kilimanjaro por la vía Marangu 5h38
• Record ascenso al Monte Elbert en 1h54 (cima de Las Rocosas. Colorado)
• Intento de récord al Everest desde Campo Base (2005) Abandono a 8.300m debido a las condiciones metereológicas.
• Campeón del Mundo de Skyrunning (1996)
• Campeón del Mundo de Skyrunning (1998)