Una entrevista de Jordi Blanco, Francisco Ávila, Óscar Cusidó y Juan Carlos Galindo.
8.044 socios del Barça le respaldaron en junio de 2010 en las últimas elecciones a la presidencia del club, aquellas que coronaron a Sandro Rosell (35.0212 votos) como el presidente más apoyado de la historia del FC Barcelona. Rosell dimitió en enero de este año dando paso, según Agustí Benedito, a una situación de provisionalidad que perjudica al club. De ello hablamos en esta entrevista, que tendrá una segunda entrega en breve dedicada a los aspectos deportivo y social.
– ¿Cree que habrá elecciones si imputan al presidente Bartomeu?
– Si imputan al presidente y al vicepresidente se generará un daño aún mayor a la marca Barça en el mundo. El impacto sería tremendo y tendría repercusión en los balances; hemos salido en todos los medios y tenemos ya un evidente deterioro de imagen. Una imputación sería un paso más que no debería poder permitirse y Bartomeu, en un acto de generosidad barcelonista, debería dejarlo. Si entran en conflicto el interés legítimo de Bartomeu con un daño constatable al club, debe dimitir y hacer que prevalezca el Barça.
– Ya dijo que no se iría…
– Sí, pero también Rosell dijo “que me cite el juez” y al día siguiente dimitió.
– Se refiere con frecuencia a la legitimidad de Bartomeu…
– Es que nunca hemos tenido un presidente no elegido por los socios, salvo Julià de Capmany (3 meses y le tocó vender a Luisito Suárez) y Reyna, que estuvo poco. Eso genera incertidumbre. Lo que debió hacer Bartomeu fue aguantar hasta final de temporada una vez dimitió su amigo y convocar elecciones. Hoy hay tensión en los ejecutivos, riesgo de judicialización, un Director General que ha ido a defender a un Barça imputado por delito fiscal… Hablamos de un señor que puede gastarse 200 millones en fichajes y en unos días estar también imputado.
– ¿Cree en manos negras?
– No creo en esas teorías. Es evidente que problemas como los que vivimos le van bien a parte del madridismo, pero de ahí a decir que el Madrid esta detrás es absurdo. Jordi Cases no está a las ordenes de Florentino Pérez. El nivel de transparencia en el Barça tendría que ser máximo y si un socio le pide saber donde ha ido un dinero, merece una respuesta. Otra cosa es que el socio decida usar los mecanismos de la justicia cuando el club con una carta lo habría solucionado. ¿Que se le haya ido de las manos? No lo sé, no me meto. Pero la falta de transparencia es una tomadura de pelo. Nos toman por burros, como si el club fuera suyo cuando ellos actúan como representación de los socios, de los dueños. Debieron contestarle. Es triste que haya sido un juez el que haya obligado al presidente del Barça a dar la información a un socio del Barça.
– Si hubiera elecciones, ¿estaría preparada su candidatura?
– Hemos trabajado siempre en un horizonte electoral de 2016, pero es cierto que desde que dimitió Rosell activamos algunos mecanismos que nos permitirían estar listos si hubiera que entrar en campaña en pocas semanas o meses.
– ¿Qué le parece que le acusen de mantener demasiado silencio?
– El Barça no depende de que un candidato o dos quieran hablar. Es una institución viva en la que la gente puede organizarse, hacer manifiestos… Yo vengo de una historia de oposición muy activa en la época del nuñismo, pero hacer recaer sobre Laporta o Benedito toda la responsabilidad… Todo el mundo puede opinar.
– ¿Cree que existen vínculos de la directiva con Qatar?
– No es que lo crea, es que lo han reconocido. Cinco años antes de ser presidente, el señor Rosell ya tenía negocios con el gobierno de Qatar. Nunca se han escondido. El problema es que hay otra gente y otros negocios no reconocidos que hacen que haya una relación empresarial muy estrecha entre algunos miembros de la junta y el emirato. Habrá gente que lo vea legítimo, pero es una franja de discusión muy fina saber si un directivo puede hacer negocios con Al-Thani.
– ¿Y Agustí Benedito qué piensa?
– Desde mi punto de vista no es legítimo. Ellos dirán que hacen negocios sin sacar ventaja de su cargo, pero es algo difícil de discernir. Creo que a partir del momento que se firma el acuerdo de patrocinio con Qatar, desde un punto de vista moral y ético los miembros de la junta deben dejar de hacer negocios con ellos porque puede dar lugar a malas interpretaciones; no sabes si tienen un buen contrato porque hacen negocios con ellos o si es al revés.
– ¿Sabemos todo lo que hay en ese acuerdo Barça-Qatar?
– No lo conocemos. No podrían explicarlo.
– ¿Qué hará con ese vínculo si es presidente?
– Si podemos anular el contrato, lo anularemos; si no, esperaremos que venza.
– ¿No contempla que antes de agotar el mandato la junta lo prorrogue?
– Estoy seguro que una junta saliente no tomaría una decisión como esa. En cualquier caso, si se presentaran y pensaran en ganar, lo lógico sería que condicionaran el acuerdo a su victoria. A mí me preocupa la relación con Qatar, los compromisos que hay detrás y cómo afectan a nuestra economía y a nuestro futuro. Detrás de la historia de la reforma está Qatar y eso me preocupa porque no nos cuentan la verdad. Hay que preservar la independencia del club y en Qatar deben tener claro que el Barça no está en venta.
– Dijo en rueda de prensa que conocía empresas que podrían pagar casi el doble por la camiseta…
– ¿Y cree que ellos no saben? La pregunta que hay que hacerse es por qué cuando se eligió Qatar se dio orden expresa a los ejecutivos del club de no escuchar más ofertas y por qué se les ordenó no buscar más propuestas cuando había empresas interesadas en esponsorizar al club. Tenían firmado el acuerdo antes de las elecciones. No compitieron con nadie. También es cierto que estamos en 2014, no en 2010, de modo que si hoy hablaras con Qatar lo haría de una cantidad distinta, ya que el mercado ha evolucionado a más.
– ¿Tiene constancia de que entonces había quien pagaba más?
– Incluso hay algún directivo –no diré quién es– que lo sabe porque fue él quien recibió la oferta. No quisieron escucharla. Había ejecutivos con conversaciones preparadas a los que les dijeron que no avanzaran. ¿Cómo puedes saber que tienes la mejor oferta si no entras en competencia con otras?
– ¿Tiene una explicación a que hace cuatro años no hubiera un euro en caja y ahora se inviertan las cifras que se comentan?
– Si hablamos del estadio, me parece que la junta está legitimada para hacer una propuesta de reforma del Espai Barça de 600 millones de euros, aunque hay un déficit entre los 40 o 50 millones que dijeron que iban a gastarse y los 410 que costará el Camp Nou. Discrepo en la filosofía del proyecto y en la cifra.
– Y propone…
– Creo que el Camp Nou necesita una reforma e importante. Hay que hacerla, y nuestras proyecciones se mueven entorno a los 200-230 millones para el estadio. Lo que es impresentable es que la junta nos pregunte en 2014 si queremos el Palau Blau Grana cuando en 2010 recibieron el mandato expreso de construirlo. Sea la inversión que sea, el momento es importantísimo y hay que valorarlo porque el riesgo es alto y puede costarnos el modelo de club. En otras operaciones como esta realizadas en Europa, la que menos se ha desviado lo ha hecho en un 40%, lo que significaría pasar de 600 a 800-900 millones. Ese nivel de endeudamiento pondría al Barça en situación de vulnerabilidad que podría resultar fatal.
– ¿Cuál es la situación económica real del club?
– Es difícil saberla. La fuente no puede ser el vicepresidente ni una auditoría, así que tenemos dudas que sólo podremos despejar cuando estemos al frente del club si los socios lo quieren. No acabo de creerme la situación que dibujan, pero no puedo estar seguro de ella. Hablando con gente o clientes del club ves actitudes y conoces conversaciones que te llevan a pensar que no es todo como lo venden. No hay transparencia, así que creerles es poco menos que un acto de fe cuando ya no tienen credibilidad.
– ¿Se pueden asumir las inversiones en fichajes?
– Si no tuviéramos el compromiso de la reforma del estadio que hay que hacer antes de 10 años sería diferente, pero ahora hay que ser riguroso en la rebaja de la deuda. ¿Puede endeudarse el Barça en 200 millones para fichar? Sí, el Madrid debe casi 800 millones, el Barça 350 y Laporta dejó al club con casi 500 millones. Sí, podemos endeudarnos y ganar 6/6. El problema es afrontar una inversión de 400 millones, para lo que es preciso una deuda muy baja que no debilite al club.
– ¿Sería el club más fuerte como SA?
– Económicamente es posible que sí si se gestionara bien, pero también que ocurriera lo contrario. En cualquier caso, el Barça no es una empresa, es algo más que eso y no hay ningún argumento económico que justificara su transformación en SA, porque perderíamos la esencia del club. Soy absolutamente contrario a la conversión en SA porque nos alejaría del modelo que queremos de club.
– ¿No lo es ya de facto?
– No todavía, aunque hay cosas que nos lleven al modelo. Hay algo importante: cada 6 años puedes cambiar de presidente. También hay mecanismos de control, aunque tras la reforma estatutaria es casi inviable una moción de censura. Además, el Camp Nou es soberano y, si repasas la historia, ha hablado muchas veces.
– En septiembre se producirá el juicio por la acción de responsabilidad social (ARS) contra los anteriores directivos. ¿Qué opina de ella?
– Soy contrario a la acción de responsabilidad desde que se inició. El modo en que se planteó da a entender, a la vista de los input que reciben los socios, que los exdirectivos se metieron los 47 millones en el bolsillo. Si tienen dudas de eso, que lo lleven al juzgado por lo penal y a la vista de todos, pero hoy hay 17 personas que ven su presente y su futuro personal comprometidos por una denuncia cuando no se han llevado dinero, cuando muchos de ellos no eran directivos y en cambio se ven demandados por otros que sí lo eran. Es una locura que solo se entiende por un espíritu de venganza que no ha menguado.
– ¿El club se dirige desde la venganza?
– Absolutamente. El día que Bartomeu hizo la primera rueda de prensa habló de una aproximación a Cruyff y aún no ha encontrado tiempo. ¿Por qué? Porque no tienen la intención de hacerla. En todo este tiempo, Rosell y Bartomeu han ido siempre de la mano excepto un día que votaron separados: Rosell se abstuvo y Bartomeu votó a favor de la acción.
– ¿Cree que la ARS acabará siendo retirada por el club?
– No creo. Además, entiendo que algunos demandados no quieran un acuerdo y sí que se clarifique que no tienen ninguna responsabilidad. Lo entiendo y lo respeto. El juez decidirá.