Messi mata al Eibar y el Camp Nou pita a Bartomeu

El partido del Barça no pasará a la historia como el que le sirvió a Messi para romper su sequía de cuatro partidos, ni tampoco como el que permitió a Mendilíbar acabar con su tradición de recibir varios goles en cada visita al Camp Nou. Ni siquiera será recordado como el encuentro más plácido de la era Setién pese al susto en forma de gol anulado al Eibar en los primeros minutos.

El encuentro de esta tarde de febrero quedará marcado en el calendario azulgrana por haber recuperado una vieja tradición que hacía años que no se veía en el templo culé: la pañolada.

Comenzó el partido con más de cinco minutos de retraso a causa de la tardanza en salir de los protagonistas, primero, y de los problemas técnicos del VAR. Repasadas las alineaciones por la megafonía del estadio tras el himno, comenzaron a aflorar pañuelos en las graderías del Camp Nou, acompañados de gritos de “dimisión”. No fue todo el estadio, pero teniendo en cuenta la gran cantidad de turistas que suelen acudir al estadio, tampoco fue una cifra desdeñable.

Mientras eso ocurría y las caras en el palco presidencial eran más largas que en Liverpool, Leo Messi decidía que el mejor modo de afrontar el regreso de la Champions League y la visita al Bernabeu era meter goles. Primero con una obra de arte en la que se deshizo de cuantos rivales salieron a su paso y, caño incluido, batía a Dmitrovic; después culminando una buena combinación entre Busquets y Vidal y, tres minutos después, finalizando un regalo del argentino a Griezmann que el francés no supo aprovechar. 3-0 en 39 minutos y la historia del partido acabó ahí.

Entre tanto, el equipo de Setién demostró que sigue trabajando soluciones tácticas. Si Mendilibar, como antes Bordalás, adelantó la presión para dificultar la salda de balón del Barça, el técnico cántabro sorprendió situando a Arturo Vidal como teórico extremo izquierdo para que Ter Stegen le buscara y salvara, con balones aéreos, el empuje vasco.

Tras el descanso, el Barça se sintió más libre y llegó con cierta facilidad al marco de Dmitrovic y en apenas cinco minutos, Semedo y Arturo Vidal malograron sendas ocasiones de gol de un equipo que presionaba bien pero que, una vez más, dio por ganado el partido antes de tiempo y bajó el ritmo.

El cambio de un Gerard Piqué muy aplaudido y el debut de Martin Braithwaite animaron el último cuarto de hora del partido. La gente lo recibió con ganas cuando sustituyó a Griezmann y un rumor sonaba cada vez que el danés tocaba el balón como si tuviera una premonición. A falta de dos minutos para el final, Braithwait se fue por la parte izquierda del equipo y asistió a Messi para que el argentino sentara a defensas y portero eibarreses y anotara el cuarto de la tarde. Un minuto después, un disparo del fichaje procedente del Leganés fue desviado por Dmitrovic y Arthur, que cuajó un buen partido, puso el 5 a 0 en el marcador.

El sonido del Camp Nou, en cualquier caso, fue variado hoy: el del póquer de Messi y el del debut de Braithwaite y el de una pañolada que no se veía desde hacía años. El Barça crece cuando vuelve la Champions, vuelve el Real Madrid y vuelve, también, el lío que siempre acompaña al club.

Foto: sport.es
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