Ziyad Rahim, el corredor Guinness

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Ziyad Rahim llega corriendo al Starbucks de un centro comercial de Doha donde nos hemos citado en un día sorprendentemente lluvioso. Tras emigrar de su Pakistán natal a los 19 años y pasar parte de su vida en Inglaterra, Dubai y Canadá (tiene también esa nacionalidad), Rahim lleva una década viviendo en la capital de Qatar.

Apasionado jugador de squash y de cricket, fue en Canadá, en el 2002, cuando tras asistir como espectador al maratón de Toronto que pasaba por la puerta de su casa, empezó a correr. Lo hizo más o menos como todos los runners que comienzan: un entrenamiento por aquí, una carrera por allí… y así hasta completar sus primeros 10 kilómetros en Québec, que corrió después de conducir durante diez horas desde Toronto. Aquella experiencia le dejó completamente enganchado a esta droga del running.

Ziyad es un maratoniano particular. Tiene el honor de poseer el Récord Guinness por haber completado el Marathon Grand Slam –7 maratones en 7 continentes más el Polo Norte– en el menor tiempo posible: 41 días, 20 horas, 38 minutos y 58 segundos, lo que equivale aproximadamente a un maratón por semana durante 6 semanas. A sus 40 años, Zyad recuerda su primer maratón “como si fuera ayer. Fue el maratón de Barrington, en Nova Scotia (Canadá), en abril de 2003, justo un año después de haber corrido mi primera carrera de 10.000 metros”.

Zyad siempre corre por una causa, normalmente relacionada con la recaudación de fondos para niños marginados. Él no entiende participar en un evento deportivo sin tener algo importante detrás, ya que es eso lo que da sentido a todo el esfuerzo. “Siempre intento aportar mi granito de arena y organizo todas mis carreras con la idea de recaudar fondos para una buena causa”, explica. Las dos organizaciones para las que recauda fondos son CARE “Million Child Mission” (objetivo: un millón de niños) que pretende educar a un millón de niños marginados en Pakistán, y NORMA –en el Marathon des Sables–, una enfermedad degenerativa que afecta niños marginados especialmente en África.

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Las altas temperaturas que se dan en Qatar durante 7 u 8 meses al año no lo convierten en el país ideal para un corredor, pero Ziyad, un hombre optimista por naturaleza, ve en esto ciertas ventajas: “Es verdad que a veces es duro entrenar aquí, pero luego cuando luego vas a Europa a correr un maratón todo son ventajas, porque allí las temperaturas y la humedad son mucho más bajas. Correr aquí también te prepara para carreras extremas, como por ejemplo el Marathon des Sables que hice hace unos años. La mayoría de corredores habían entrenado en el invierno continental y cuando tuvieron que correr en los 45 o 50 grados del desierto del Sahara, realmente sufrieron mucho. Para mi fue duro también, pero no tanto”, explica dibujando una amplia sonrisa.

La idea de correr el Marathon Grand Slam e intentar el Récord Guinness le vino a la cabeza durante unas vacaciones: “Hice un crucero por la Antártica con mi familia y allí conocía dos corredores. Uno había batido el record mundial el año anterior, mientras que el otro quería hacer lo mismo ese año. Me dije… ¿y por qué no? Al regresar a Qatar hable con mi jefe y le comenté la idea. No sólo me dijo ‘adelante’, sino también que el banco me ayudaría con los costes del maratón del Polo Norte, que cuesta 20.000 dólares. El resto de costes deberían correr de mi cuenta”. Podría pensarse que Ziyad es un privilegiado que puede permitirse el lujo de dejar de trabajar 41 días al año y de gastarse una fortuna en correr por todo el mundo, pero lo cierto es que no es así. Ha tenido que gastar buena parte de sus ahorros en esta aventura y utilizar sus periodos de vacaciones para llevarla a cabo, lo que dificultó mucho la localización fechas para correr los maratones en los siete continentes.

La logística fue otro de sus grandes problemas. Nada de viajar en business class y hospedarse en hoteles 5 estrellas: “La logística de los desplazamientos fue un problema constante. Para ahorrar dinero casi nunca volé en vuelos directos y por ejemplo, para llegar a Chile desde Doha, tarde más de 43 horas haciendo escalas en Bahrain, Londres, Miami, Santiago y finalmente Puerto Arenas. Por 2.000 dólares más podría haber volado de Doha a Puerto Arenas vía Sao Paulo, pero no era posible. Dormía en albergues juveniles o casas de huéspedes y volaba el día antes y el día después (o el mismo día) para estar en Doha al día siguiente y acudir al trabajo. ¿Un ejemplo? Viajé el viernes de Doha a Ciudad del Cabo, corrí el sábado por la mañana y a las 6 de la tarde estaba en el avión de regreso a Qatar para llegar a tiempo de trabajar el domingo por la mañana”.

Hacer el Grand Slam en 41 días requiere, más o menos, correr un maratón a la semana. Sin embargo, Zyad corrió los dos primeros en poco más de un día. “Las condiciones meteorológicas son las que determinan cuándo puedes volar a la Antártida. El tiempo era bastante malo, así que decidí hacer el Maratón de Puerta Arenas en Chile. Cuando iba por el kilómetro 30 me dijeron que se podía volar ese mismo día, así que después del maratón apenas tuve tiempo para ducharme, cenar y coger un vuelo a las 2 de la mañana para hacer el Maratón de la Antártica al día siguiente”.

Una aventura así deja innumerable recuerdos. Para Zyad el peor de ellos fue la espera para poder volar a la Antártida: “el intento de récord se podría haber acabado incluso antes de empezar. Mi vuelo de Londres a Miami se retrasó y me hicieron volar un día después. Si el maratón de la Antártida hubiera sido al día siguiente, me lo habría perdido y la posibilidad de conseguir el record se hubiera esfumado antes de correr un solo kilómetro”.

Más allá de los problemas logísticos, Rahim recuerda como el maratón más duro el de los 2 océanos de Ciudad del Cabo, “básicamente porque era el último y tenía tiempo de corte. La presión fue mayor porque sabía que tenía que acabarlo para conseguir el récord y mis piernas ya estaban un poco cansadas después de 7 maratones en 40 días”.

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Si el sudafricano fue el más duro, el más exótico y más complicado fue el del Polo Norte, que aunque se disputa bajo temperaturas extremas, no tiene tiempo de corte. “La temperatura media es de -30 grados y corres con dos o tres capas de ropa, guantes, botas anorak, gafas… Si expones tu piel durante más de 2 o 3 minutos tienes un riesgo de congelación muy alto. El circuito es de 5 kilómetros y tienes que hacer unas ocho vueltas y media hasta completar el maratón. Las condiciones de la nieve y el hielo también son muy duras, puesto que durante unos 3 kilómetros las piernas se te hunden casi hasta la rodilla. Usé unas botas especiales que aguantan hasta 45 grados bajo cero”. Se trata de una experiencia increíble y muy dura, como demuestra el hecho que cada año la completan solo unas 45 personas.

Como el propio Ziyad Rahim explica, no todo fue dureza. “El mejor recuerdo que tengo fue el maratón de Los Ángeles. Había muchísima gente en la calle (dicen que entre doscientas y trescientas mil personas) y fue una autentica fiesta. EL público te ofrecía bebidas y comida, te animaba con orquestas… Creo que incluso engordé unos kilos durante la carrera de tanto que comí. ¡Qué buenos que estaban esos hot-dogs con chili y queso!«.

Acabado el reto y obtenido el Récord Guinness, a Ziyad le queda la satisfacción de haber conseguido los objetivos marcados y de “haber contribuido con mi grano de arena a ayudar a los niños desprotegidos. También tengo una sensación de alivio, ya que en una aventura como esta hay demasiados factores que pueden salir mal, y solo necesitas uno que falle, para echar al traste todos tus planes”.

Sin embargo, los desafíos de este atleta pakistaní no se quedan ahí y ya se ha fijado batir un nuevo récord Guinness. De hecho, mientras leen estas líneas está ya a punto de completarlo. Se trata de acabar 8 Ultras en los 7 continentes más el Polo Norte en el menor tiempo posible. Esta nueva aventura le llevara a la Antártida, Chile, Reino Unido, Australia, América del Norte y África, y le servirá para recaudar fondos María Cristina Foundation, una organización que trata de ayudar a niños que viven en los slums de Dhaka, Bangladesh y para el Pakistani Welfare Forum de Qatar. En estos momentos, Zyad ha completado ya 6 ultras y sólo el de África del Sur le separa de conseguir un nuevo desafío.

La aventura, en cifras:

  • Distancia total viajada en avión durante 42 días: 140,775 km (todos en clase economica).
  • Tiempo total viajado incluyendo tránsito aéreo: 303 horas.
  • Número de Km. en los 8 maratones: 351.4 km.

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