Cuando José Luis Rodríguez Zapatero, alías ZP, era el presidente de España, tenía mucho cuidado en qué foro y en qué circunstancias anunciaba su predilección por el Barça en una calculada estrategia electoral.
En un país con mayoría madridista, presumir de barcelonista puede resultar una afrenta, tanto que incluso podría tener una repercusión (negativa) en las urnas. Por eso ZP tenia que excusarse nada más llegar a La Moncloa por su predilección culé: «Soy del Barcelona porque César, un jugador de mi tierra, León, jugó allí«.
Zapatero nunca pisó el palco del Camp Nou. Fue invitado en varias ocasiones y solo una vez se decidió (2005, un Barça-Chelsea), pero un temporal de frío y nieve que azotó España en el invierno de 2005 le impidió asistir a aquel partido.
A ZP, que sí estuvo en las finales de la Champions disputadas por el Barça en París y Roma, se le ha llegado incluso a criticar desde su mismo partido. En 2011, Elena Valenciano, jefa de campaña de Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró entonces sobre Zapatero: «Que sea culé es un defecto, obviamente, pero no me preocupa mucho«.
Si continuamos con el silogismo, si ser culé –en política– es un defecto, obviamente ser madridista debe ser una virtud y tal vez, solo tal vez, por ese motivo el equipo de campaña de Mariano Rajoy ha decidido sacar a pasear al presidente futbolero en el terreno que mejor se mueve: ¡Las tertulias radiofónicas!
No tiene tiempo para acudir a debates electorales, pero sí para aparecer en programas deportivos. Hace unos días estuvo en ‘El larguero‘ de la Cadena SER, donde coincidió con Vicente del Bosque. Anoche cambió de escenario y acudió a la cadena Cope, donde hizo doblete: primero como comentarista de la jornada de Champions y después en una entrevista.
En la transmisión estuvo acompañado por su hijo pequeño Juan, quien se ganó una colleja de Mariano, cuando a la pregunta de qué le parecían los comentarios de Manolo Lama en el FIFA, éste respondió: «A ver, me parecen bastante mejorables… Por no decir que son una basura«. Todo muy edificante.
Rajoy regaló frases de cosecha propia: «La mejor defensa es una buena defensa«, de esas que hacen pensar: «Tantas cosas en la vida dependen de no se sabe qué» u otras a quien nadie se le ocurriría: «El partido no está fácil, hace mucho frío y está lejos«.
Asegura que Bale «es mucho más peligroso que Pablo Iglesias«, admite que el Barça «está intratable, pero a ver cómo se desarrollan los acontecimientos«.
Como analista futbolístico, tendría futuro en según que tertulias de postín. Por ejemplo tiene claro quien es el mejor jugador del Mundo: «Yo le daría el Balón de Oro a Cristiano Ronaldo, la plata a Iniesta y el bronce a Suárez» y deja claro que «el Madrid no es el equipo del gobierno. Eso es un topicazo… Pero está bien que se diga; porque genera ambiente«.
Cree que «la undécima puede caer este año» y recuerda que «Angela Merkel le debe una«. Sobre Messi, Rajoy dio un ‘scoop‘ al asegurar que no fichará por el Real Madrid y sobre los problemas fiscales también dio en el clavo: «Quien tiene que arreglar lo de Hacienda es quien tiene que arreglarla«.
«Me voy a votar a mí mismo porque confío en mí, me conozco bien y hago justicia«, se sincera Rajoy, quien asegura que no puede estar «todos los días debatiendo«, porque «debo seguir trabajando de presidente del Gobierno y hago muchas cosas«. Además insiste: «Yo no improviso. Me gusta pensar mucho las cosas«.
En cuanto al Real Madrid dice que su problema para presentarse es el aval. «Florentino Pérez es un buen presidente… Pero ahora le están cascando«, opina Rajoy y sobre Cristiano Ronaldo añade: «A lo mejor da una imagen que no se corresponde con lo que realmente es«.
Rajoy en estado puro, un presidente que «siempre ve» el partido del sábado a las 10 «y el de las ocho del domingo, también«. Ya sabéis, en el fondo lo que importan son las virtudes y los defectos, especialmente para ser presidente del Gobierno.