Ion4 Madrid-Lisboa: crónica de una carrera única

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El pasado fin de semana se disputó una prueba única en el mundo: La Powerade Ion4 Madrid-Lisboa, 770 km en mountain bike en formato non-stop que arrancó en la capital española y finalizó en la portuguesa y contó con más de 200 equipos y unos 650 participantes divididos en diferentes categorías.

Esta competición, que celebró este año su segunda edición, consiste en pedalear en BTT la distancia comprendida entre ambas ciudades, sin parar y siguiendo un track marcado por la organización mediante la ayuda de un GPS. La totalidad de kilómetros se dividían en 10 etapas donde los equipos (Que podían ser de 2, 3 o 4 integrantes) podían efectuar sus respectivos relevos. Además, este año se incorporó una novedad importante: la categoría SOLO.

Acostumbrado a hacer este tipo de carreras en solitario, el planteamiento me hacía mucha ilusión y me vi de nuevo embarcado en otra carrera muy dura. Al recorrido sumamente exigente, se añadía el agotamiento de no poder descansar en condiciones, con una tensión constante debido al tiempo de recuperación post-carrera, ducha, alimentación, desplazamiento en caravana para llegar a la siguiente etapa y estar listos para dar el relevo a nuestro compañero.

Nuestro equipo, “Where is the limit?”, estaba formado por cuatro componentes: Pedro, Carlos, Ferran y un servidor, sin ningún tipo de asistencia: ni fisio, ni mecánico, ni conductor. Lo primero que hicimos fue repartir las 10 etapas entre todos nosotros. A mí me tocó disputar la primera, la quinta y la novena, con la particularidad de que dos de ellas eran nocturnas.

El pistoletazo de salida de la prueba se dio en Las Rozas de manera neutralizada a las 13 horas, pero en el momento de lanzar la carrera los favoritos empezaron a tirar muy fuerte y a poner a cada uno en su sitio. Esta primera etapa fue muy emocionante, yendo en pelotón, con una temperatura agradable y rodando de día, pero todo eso quedo en una simple anécdota a medida que fuimos avanzando etapas. La emoción y el bienestar se convirtieron en frío, noche, soledad y mucho sufrimiento para seguir el track a oscuras en zonas impracticables.

La manera de funcionar en cada etapa en esta Powerade Ion4 era repetitiva. Al llegar el corredor al relevo y pasar el testigo (una pulsera verde) al compañero, los otros componentes se ocupaban de limpiar y guardar la bici, preparar la comida, recoger la caravana y conducirla guiándonos con el roadbook hasta el siguiente punto de control.

Cada etapa disputada era una batalla totalmente diferente. Si la primera etapa, aunque tenía bastante desnivel, fue rápida (2 horas y 30 minutos), al llegar a la quinta me encontré rodando totalmente en solitario por fincas en la sierra de Gredos. El track me guiaba hacia montones de zarzas y muros de piedra que tenía que saltar con la bici a cuestas y pendiente de los animales que se acercaban a curiosear. Conclusión: 5 horas de noche con las piernas ensangrentadas y un frío descomunal.

La novena etapa (aunque también tuve que pedalear de noche) fue diferente, ya que fue bastante rodadora y tenía el aliciente del final de la carrera. ¡Sólo quedaban 2 etapas! Al saco en 3 horas y 30 minutos. Sólo quedaba conducir la caravana hasta Lisboa y esperar a nuestro último relevo en meta para culminar nuestro reto. Al final, completamos la prueba en 40 horas, ocupando el puesto 62 en la general y el quinto en la categoría de clubes.

La Ion4 es genial. Es un reto diferente y altamente recomendable para correr con tu grupo de amigos o tu club. El formato es muy divertido y el tiempo pasa volando. El compañerismo entre todos los participantes, el nexo de unión que nace o crece aún mas entre tu equipo, cómo se vuelca la gente de los pueblos y las zonas por donde pasa la prueba… Todo es alucinante. Te ofrecen un cariño y una atención muy real, mientras que la logística, la organización, la estrategia de relevos o la navegación con GPS la hacen una carrera distinta. En mi opinión, es una opción que hay que disfrutar en tu propias carnes y que nunca defrauda.

Lo mejor de todo fue, que junto a nosotros, compitieron otros dos equipos de “Where is the limit?”. En categoría Dúo, con Josef Ajram, lograron el tercer puesto, mientras que el equipo femenino de cuatro corredoras logró vencer con una diferencia bastante holgada sobre las segundas.

¡Nos vemos en la siguiente! ¡¡En Costa Rica!!

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