¿Cómo saldrá el Barça ante el Real Madrid? ¿Irá a dejar su sello en el Bernabéu, como tantas veces vimos al Barça de Pep Guardiola? ¿Variará su dibujo y apostará por una táctica diferente como solía hacer Johan Cruyff? Tiene Luis Enrique una gran oportunidad de reivindicarse, de mostrar en el mejor escenario de lo que es capaz su equipo. Nadie se imagina un Barça variando su estilo, como hacía Cruyff con aquellas alineaciones trufadas de falsas genialidades, una táctica conservadora después de toda una temporada jugando a lo que únicamente su Barça hacia bien: imponer su fútbol desde el primer instante.
Pese a que en el Celta Luis Enrique no tenía dudas a la hora de variar el dibujo de su equipo, esta temporada, en el Barça, no lo ha hecho. Seguramente se debe a que cuenta con más especialistas que jugadores polivalentes o simplemente que el estilo es uno y no es cuestión de tirar por la borda tus opciones cambiando tu fútbol y menos en el Bernabéu, el escenario por antonomasia.
Si en una hoja en blanco jugamos a ser el entrenador, quedarán de inicio unas cuantas casillas sin rellenar, la principal en ataque, pero lo dejaremos para el final.
Bravo en la meta; y Alves y Alba en defensa son las primeras apuestas claras. En el eje defensivo, ya encontramos las primeras dudas. De los cuatro centrales (Mascherano, Mathieu, Piqué y Bartra), el último parte con desventaja; y si Busquets, como parece, se recupera, la pareja Mascherano & Mathieu es la que tiene más números. La defensa, especialmente ante el Real Madrid, debe impulsar al Barça. Necesita fiabilidad ante la velocidad de crucero del equipo de Ancelotti. Por mucho que nos vendan ahora el juego de posesión de los blancos (Kroos, Modric, Isco y James), todo el mundo sabe que los capitalinos resuelven a partir de las transiciones: un balón en largo para Cristiano o Benzema y un remate de Benzema o Cristiano. No hay más y en la mayoría de los partidos eso es suficiente para ganar, incluso últimamente para golear. Así que, visto el panorama, el Barcelona podría refugiarse en los dos carrileros con Mascherano y Mathieu como cierres.
Si progresamos con el dibujo táctico nos encontramos con Busquets en el mediocentro. Después de diferentes problemas físicos, Sergio parece listo. Que Sergi Samper no se haya entrenado con el equipo para preparar el partido del Bernabéu, es el síntoma definitivo; a no ser que Luis Enrique decida poner en su lugar -como en los últimos partidos- a Mascherano y alinear a Piqué como central. Esta opción, aunque parezca sorprendente, no le ha dotado al Barça de fiabilidad defensiva. Mascherano, que cierra más que crea, no le ha otorgado al Barça más fiabilidad atrás que la que ofrece Busquets, aunque seguramente todo tiene que ver con la dispersión de Piqué y también de Alves.
Por delante de Busquets, más dudas. Veo únicamente a Iniesta como centrocampista con una plaza segura. En la otra posición, dos opciones más: Xavi o Rakitic. El capitán del Barça ha demostrado que es uno de los jugadores más en forma, de los que marcan diferencias. Luis Enrique contó con él muy poco en los primeros partidos y el juego del equipo era más plano. Con Xavi en el campo, el fútbol del Barça mantiene el aroma de los últimos años. Sin embargo, Rakitic es un fichaje del técnico, un jugador que equilibra, que ofrece mucho trabajo físico y con llegada. ¿Talento frente a trabajo físico? La respuesta nos dará el nombre del acompañante de Iniesta en la medular.
En la delantera, hay dos jugadores incuestionables: Messi y Neymar. Leo está en un gran momento de forma; Neymar es el máximo goleador del equipo. En los últimos partidos se complementan a la perfección y ambos tienen que ser los que marquen la diferencia con el permiso del invitado especial: Luis Suárez. En todas las grandes producciones, el nombre del invitado especial figura en los créditos con una mención especial. Pagó el Barça 81 millones de euros por él y si Luis Enrique lo quiere es para partidos como éste, aunque hay muchas salvedades. Sería su primer partido con el Barça después de muchos meses de ausencia por sanción y, con él en el campo, todos los automatismos serían nuevos, porque él no los ha podido practicar. En todo caso, no parece un partido de inicio para los jóvenes Munir y Sandro; ni tampoco Pedro ofrece fiabilidad.
El partido mantiene la grandiosidad de los clásicos y poco importa cómo lleguen ambos equipos, porque estos choques son especiales. El Barça parte con ventaja y si es capaz de puntuar en el Bernabéu desvanecerá esas señales de humo que llegan desde el oeste. Si gana habrá desmontado, otra vez, la maquinaria propagandística.