Los contendientes: San Francisco 49ers

Broncos y Seahawks parecen los más firmes candidatos a llevarse sus respectivas conferencias. Son, además, los más claros favoritos para llegar al último partido del año. Por detrás de ellos aparecen una serie de equipos que, por una razón o por otra, no parecen estar cerca del nivel que exhiben los dos líderes con consistencia. Dicho esto, hay un equipo que durante las últimas semanas ha demostrado estar cada vez más en forma: los San Francisco 49ers (10-4). Con cuatro victorias consecutivas, tienen en su poder la mejor racha en activo de la Liga y han recuperado a Crabtree para la causa. El gran inconveniente a la hora de predecir su futuro en enero se encuentra en su propia División: los Seahawks van a ganarla y ello los condena a jugar lejos de Candlestick y, lo que es peor, a volver a Seattle si quieren sacar billete para Nueva York en febrero.

Defensa

San Francisco se cimienta, como su rival divisional, en una inexpugnable defensa como base de su éxito. Sólo los Panthers y los Seahawks pueden presumir de una mejor defensa que que los de la bahía y no por mucho margen. A los de Jim Harbaugh les encantan los partidos peleados, ese smashmouth football tan de Stanford (de donde proviene Jim), los marcadores cortos, frustrar al rival a base de secar su ataque y correr la pelota con eficacia. Ellos tienen la paciencia, determinación, experiencia y talento para sacar adelante los partidos con marcador corto. Se sienten cómodos. Sólo cinco equipos han logrado en este 2013 hacer veinte o más puntos a los de San Francisco y perdieron en tres de ellos. Los problemas con los que ha lidiado durante todo el año la ofensiva de San Francisco han dado aún más importancia si cabe a los hombres encargados de mantener a salvo sus cincuenta yardas de terreno.

Tabla 1. Estadísticas defensivas de San Francisco. Ránking más alto significa mejor.

Es el tercer año del coordinador defensivo Vic Fangio en San Francisco y, a falta de dos partidos por disputar, ya se puede afirmar que la defensa que dirige sigue igual o mejor que en años anteriores. Con resultados muy similares en cuanto a puntos por partido encajados (16.3 este año vs 17.1 el pasado), yardas totales por partido (299.1 vs 294.4), así como yardas en carrera (99.4 vs 94.2) y casi calcados en pase (199.7 vs 200.2), cualquiera que viese el año pasado a estos 49ers podría reconocerlos perfectamente una temporada después. Y no hay razón para que sea de otra forma, ya que los subcampeones de la Super Bowl han mantenido intacto su bloque defensivo. Con las cosas de comer no se juega.

El corazón y estrella de la defensiva californiana sigue siendo Patrick Willis, el genial linebacker, escudado de nuevo por el cada vez mejor NaVorro Bowman. Estos dos jugadores forman la muy probablemente mejor pareja de linebackers que se pueda encontrar en toda la Liga y se complementan de manera magnífica: Bowman es excelente en coberturas y Willis destaca sobremanera parando la carrera. Cualquiera de los dos podría ser la estrella en la gran mayoría de equipos de la Liga, pero juegan juntos y eso hace aún más peligrosos a los 49ers, y más sabiendo que en enero las defensas valen doble. No acaba ahí el talento en su cuerpo de linebackers, sino que jugando por fuera tienen a Ahmad Brooks y a Aldon Smith, con 8.5 sacks cada uno, asegurando el pass rush tan necesario en la NFL de hoy. Aldon lleva 8.5 sacks y sólo ha comenzado seis partidos, hecho que hace aún más impresionante su registro. Cabe decir que se perdió los otros por ser detenido por la policía por conducir bajo la influencia del alcohol, fue suspendido por la Liga y enviado a un centro de desintoxicación por parte de su equipo, harto de sus reinicidencias. Es sólo su tercer año, es dominante en su posición, pero hay algo en su cabeza que, de no arreglarlo inmediatamente, va a comprometer seriamente su futuro tanto en el equipo como para convertirse en uno de los grandes del deporte. Justin Smith, con 5.5 sacks, aporta un plus adicional en la presión al quarterback rival.

La secundaria es la que más alterada se ha visto, aunque con mínimos cambios. El safety Goldson cogió el maletín lleno de dinero que le ofrecían los Buccaneers y dejó la bahía. Su puesto lo ocupó el rookie elegido en primera ronda Eric Reid y nadie ha echado de menos a Goldson desde entonces: el novato ha jugado como un veterano y es uno de los candidatos a llevarse el premio al mejor rookie del año. El cornerback Chris Culliver se rompió el ligamento anterior cruzado de su rodilla izquierda en verano y se ha perdido toda la temporada. El recientemente renovado Brock ha cogido su puesto como tercer cornerback. Tarell Brown, otro corner, arrastra desde el partido ante los Saints a mediados de noviembre (la última derrota de SanFran) una lesión en las costillas que le ha impedido volver y que ha obligado a Vic Fangio a exhibir la profundidad de plantilla que tiene en esa posición: el mismo Brock ha jugado con más asiduidad y Eric Wright también ha visto sus minutos aumentados, con Carlos Rogers manteniéndose de titular. Los Niners dejaron ir en noviembre al cornerback Nnamdi Asomugha por su tendencia a las lesiones y el bajo rendimiento que había ofrecido sólo tras ocho partidos en la ciudad californiana. Por lo que respecta a la otra posición de safety, sigue jugando en ella Donte Whitner y lo hace a un nivel superior al del pasado año, formando una gran pareja con Reid justo ahora que se encuentra en el año de contrato, es decir, que debe firmar uno nuevo al final de esta temporada. Sorprendente.