It doesn’t Mata

Es lo que debe pensar José Mourinho ante la inminente marcha de Juan Mata a uno de los grandes rivales del Chelsea. El jugador asturiano, elegido mejor jugador de los blues las dos últimas temporadas y pieza clave en el once de Rafa Benítez el año pasado -20 goles en todas las competiciones-, nunca ha sido del agrado del técnico de Setúbal.

Desde que se tuvo conocimiento de la vuelta del portugués a Stamford Bridge, las especulaciones entorno al incierto futuro de Torres y Mata fueron acentuándose de tal manera que el propio Mourinho tuvo que salir al paso negando, categóricamente, que contemplara una inminente salida para ambos. Si bien es cierto que el delantero ha gozado de cierto grado de confianza, alternando la titularidad con Samuel Eto’o y Demba Ba -en menor medida-, el ex del Valencia ha pasado de ser una de las referencias ofensivas con Di Matteo y Benítez a tener un asiento reservado en el banquillo, junto a Mourinho. El técnico portugués, amante de transiciones veloces y verticales muy propias del estilo anglosajón, ha encontrado en Hazard, Óscar y Willian el trío ideal para desarrollar su filosofía atacante.

La estrategia con Mata fue clara y muy ‘made in Mourinho’. Dejó de convocarle y cuando lo hizo fue para alternar la suplencia con fugaces apariciones en el once titular, siendo incluso sustituido antes de cumplirse la hora de partido. A pesar de no haber recibido ninguna explicación de su técnico, Mata estaba decidido a ganarse un puesto en el equipo y reafirmar sus opciones para ir al Mundial de Brasil del próximo verano. La primera muestra de hartazgo y desidia por parte de Mata llega tras ser sustituido contra el Southampton y pocos días después se filtra el interés de David Moyes por incorporarlo al United.

El club de Manchester lleva tiempo buscando la contratación de un jugador de sus características; técnico, con capacidad asociativa y que sirva de enganche entre la media y la delantera. Lo intentaron el pasado verano con Cesc y Ander Herrera, pero no cuajó ninguna de las dos opciones. Al final Moyes se decidió por Fellaini, un jugador que no ha aportado soluciones a esas carencias y que tampoco ha logrado asentarse en el equipo titular.

Si en un primer momento parecía extraño que el Chelsea contemplara la posibilidad de reforzar a un rival directo en la Premier League, la opción cobra cuerpo en cuanto se desvela el montante que está dispuesto a ofrecer el United para el traspaso: cerca de 45 millones de euros. Una plusvalía de 15 millones para Abramovich -su fichaje al Valencia costó cerca de 30- por un jugador que no tiene la confianza del entrenador. Mourinho, calculador y analista hasta el extremo, valora el hecho de que el Chelsea ya se ha enfrentado al United en los dos partidos de Liga y que estos deben medirse todavía con los dos rivales directos de los londinenses: City y Arsenal.

Mata no se entrenó ayer con sus compañeros, aunque sí lo hizo en solitario. Según los medios británicos, hoy mismo se sometería a la revisión médica y firmaría por los próximos cuatro años y medio.

 

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