Si no ocurre nada peor de lo que ya está pasando, el Real Madrid–Barça del sábado se disputará sin mayores problemas. En una entrevista concedida a Rac1, el ministro del interior, Jorge Fernández Díaz, ha asegurado que para el Clásico se pondrá en marcha un dispositivo de seguridad “intensísimo”, pero ha asegurado que a fecha de hoy “no se dan objetivamente las condiciones para anular” el encuentro.
El Clásico, que como cada año será considerado como partido de alto riesgo, verá reforzada tanto la presencia policial en los alrededores del estadio Santiago Bernabéu como los dispositivos de seguridad a la hora de acceder al recinto de la Castellana, además de un despliegue de medios de seguridad también en los medios de transporte público. Fernández Díaz ha manifestado que entiende “la psicosis” y el miedo que puedan tener los aficionados, pero ha asegurado que el operativo policial y de seguridad será amplio y profesional.
No es la primera vez que la sombra del terrorismo planea sobre un Madrid-Barça. El 1 de mayo de 2002, ETA hizo estallar un coche-bomba junto al estadio madridista tres horas del inicio del partido de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones que enfrentó a los dos equipos. En aquella ocasión, la explosión causó varios heridos leves pero no impidió que el partido se disputara.
Ayer mismo, las autoridades de Hannover decidieron suspender el encuentro que debían disputar Alemania y Holanda ante la certeza de que estaba previsto atentar en el interior del estadio, una información que habían recibido, según los portavoces de seguridad, gracias a un servicio secreto extranjero.