INNECESARIO. Se podría haber quedado en Barcelona y Osasuna no se habría enterado.
DESACREDITADO. Su futuro no es azulgrana. Nombre un error: él lo cometió esta noche.
AVE FÉNIX. Ya no es el de antes… pero sigue dando guerra en su enésimo resurgir.
INSUSTITUIBLE. Ya podemos decir que el fichaje del verano estaba en casa.
DESORIENTADO. Se metió en jardines de los que apenas pudo salir.
BALANZA. Le dio el equilibrio necesario al centro del campo catalán.
TRABADO. Le faltó un punto de precisión y dos de valentía en el pase entre líneas.
MALABARISTA. Gambetas, tacones, requiebros. Lástima que El Sadar no sea el Circo Ringling.
MANIRROTO. Malgastó ocasiones a puñados y se llevó una amarilla por meter la mano donde no debía.
DESAFORTUNADO. No le salió nada al principio y ya dejó de intentarlo.
DESACTIVADO. Se hizo daño mediado el primer tiempo y ya no fue él.
APAGADO. No fue la chispa que esperaba Martino.
INTRASCENDENTE. No tuvo ocasión de hacer una de sus arrancadas.