BOMBERO. Le pusieron a prueba en dos ocasiones en las que le dejaron vendido y solventó ambas con buenas intervenciones.
INTENSO. Mantuvo bien la intensidad y ayudó en ataque.
CRECIENTE. Cada vez más seguro atrás, la confianza le permitió subir con peligro a balón parado.
FALLÓN. Poco afortunado en los despejes, se complicó la vida solito en alguna ocasión.
EXTREMO. El pulmón que necesitaba Pedro. Abre el campo que da gusto. Con un poco más de contundencia atrás sería referente.
GOLEADOR. Cumplió con su labor de contención y lo redondeó abriendo la lata.
CONSERVADOR. Cada vez le cuesta más encontrar opciones. No genera peligro y lo notan los de arriba.
AUSENTE. Es desesperante verle deambular esperando ver alguno de sus destellos de clase mundial. Genial en la asistencia a Alexis para su «no gol».
PELIGROSO. Llevó casi todo el peligro por la banda izquierda del ataque. Le faltó el broche del gol.
VOLUNTARIOSO. Lo intenta casi todo aunque rara vez consiga su objetivo. Su fe es encomiable.
MAL ACOMPAÑADO. Sus jugadas no encontraron la colaboración de unos compañeros que no estuvieron a su nivel. Bajó mucho tras el descanso.
ANECDÓTICO. Sustituyó a Alexis sin mucho protagonismo.
TESTIMONIAL. Entró por Cesc para los últimos cinco minutos.